El diario oficialista Granma reconoció este viernes que en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba hay «limitaciones de espacio» y dijo que por eso «se tomó la decisión de trasladar algunos de los cadáveres hasta Juan González». La prensa estatal reconoció también que hay enterramientos en tierra, pero negó que fueran en fosas comunes así como la desaparición de cadáveres.
«Como pasa en el mundo (…) se crean condiciones para el enterramiento directo en tierra», dijo el órgano oficial del Partido Comunista. No precisó que en las fosas abiertas se entierra –en cajas– a varios fallecidos. Tampoco, que el hecho de que los cementerios de la provincia y de otros territorios de Cuba estén desbordados es consecuencia del descontrol de la pandemia de Covid-19.
Una fuente local comentó al medio independiente Diario de Cuba que «numerosas son las localidades en Santiago de Cuba en que se están realizando entierros en fosas comunes, por ejemplo, en la localidad del Caney, el Cobre, la Maya y en la localidad de Juan González».
Granma refirió que a todos los familiares se les notifica la localización de los restos de sus allegados, así como que «en todos los casos, los cadáveres están siendo enterrados en ataúdes».
Aunque refutó muchas de las noticias falsas que alegaban evidenciar enterramientos en fosas comunes, el portal oficialista admitió la veracidad de la denuncia de Roberto Alejandro Ibarra Ruiz, cuyo perfil en Facebook se nombra Tîcö Äwö Ôrümîlä, y el video que se presentó para respaldarla.
«El 31 de julio en el noticiero Humberto López dijo que en Cuba no se entierra en fosas, que eso era mentira, incluso dijo que el video que rondaba era un video de una fosa en Brasil que aquí en Cuba eso no se hace. El 24 de julio yo enterré a mi abuela en el cementerio de Juan González (Santiago de Cuba) y como pueden apreciar en el video la están enterrando en una fosa, mezclada con las personas que murieron de Covid-19, cuando ella no sufría de esa enfermedad, incluso en el carro fúnebre traían otro cadáver aparte del de mi abuela, entonces de qué estamos hablando. ¿Hasta cuándo vamos a seguir viviendo de la mentira?», dijo Ibarra el pasado 1 de agosto en Facebook.
Según la fuente oficial, la abuela de Ibarra está enterrada en «la hilera 4a, fosa 16 en el cementerio de Juan González».
Granma no precisó los procedimientos que de llevaron acabo con otras denuncias hechas en redes sociales, especialmente aquellas de cubanos que buscaban, en medio del peloteo institucional, los restos de parientes fallecidos.
El director de Servicios Comunales en Santiago de Cuba, José Gonzalo Borrero Sotomayor, comentó al diario estatal que «la Necrópolis de Santa Ifigenia resulta insuficiente para los índices de mortalidad de una población de más de medio millón de habitantes. Por el lugar donde está enclavada, no tiene posibilidades de extender su superficie, por demás proclive a inundaciones ante intensas lluvias».
Agregó que es debido a ello que «se decidió sepultar en el cementerio de Juan González a los fallecidos por cualquier causa (no solo por la Covid-19), cuyas familias carecen de bóvedas privadas, o que no fueran incinerados en el crematorio construido en 2012, también necesitado de una reparación capital que obliga a explotarlo con limitaciones».
Recalcó que todas las operaciones se han estado realizando de acuerdo a las normas técnicas planteadas por el Ministerio de Economía y Planificación para la habilitación de nuevas capacidades en el cementerio, para lo que ha hecho falta la utilización de medios mecánicos como excavadoras, lo que ha dado pie a los rumores que aluden a excavaciones informales.
Borrero explicó que, siendo conscientes de la delicadeza que requiere la tarea de manipular los restos de personas, se está cumpliendo estrictamente con la legislación que estipula que «en cada fosa, todo ataúd será cubierto por una capa de tierra de 1,5 metros de espesor al menos, y en caso de ubicarse más de un ataúd, la distancia se medirá desde la parte superior del ataúd más superficial, y la tierra que se utilice no será comprimida ni aplastada».
También señaló que se está trabajando «en la microlocalización, diseño y ejecución de dos nuevos cementerios para la ciudad», lo que permitirá cientos de nuevas capacidades para los próximos meses.
Una estará ubicado en Hicacos, en la carretera de Siboney, y el otro en el kilómetro 10 de la Carretera Central que conecta la ciudad con El Cobre, instalaciones a las que serán trasladados los cuerpos una vez tengan las condiciones y se cumpla con el tiempo que exigen las exhumaciones.


