El Gobierno central español fue encarado este domingo por miles de cubanos residentes en Madrid, quienes exigieron que se pronunciara de una vez y sin rodeos sobre la actual situación en Cuba, país que afronta una crisis general que ha llevado a un estallido político con protestas civiles multitudinarias en toda la isla desde el pasado 11 de julio.
Las manifestaciones masivas desatadas aquel domingo fueron violentamente reprimidas por el Gobierno cubano, luego de que el presidente Miguel Díaz-Canel llamara a enfrentamientos civiles entre partidarios y opositores del régimen para aplacar las protestas.
Los cubanos radicados en Madrid llevaron a cabo una gran manifestación en esa ciudad, en la que también participaron nacionales españoles y latinos, los que gritaban con gran efusividad: «¡Sánchez, dilo, en Cuba hay dictadura!» y «¡Sánchez, cara dura, en Cuba hay dictadura!», frases evidentemente dirigidas al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El alto funcionario español se ha negado en más de una ocasión a utilizar el término «dictadura» para referirse al Gobierno cubano.
Los manifestantes sostenían grandes carteles con frases como «El silencio te hace cómplices», «Madrid será la tumba del comunismo», «¿62 años de dictadura y no te enteras?» y «Sánchez, Cuba no es socialismo es dictadura», llegando a ser bastante críticos y crueles con la postura que el presidente español ha decidido mantener.
Los participantes exigieron tanto el pronunciamiento de Sánchez como la toma de medidas gubernamentales por parte de España para apoyar la causa del pueblo cubano, el que pide el fin del régimen, la solución de la agudísima crisis general que arrasa con la isla y el respeto a los derechos humanos en Cuba.
Portaban también letreros donde se podía leer: «Abajo el comunismo», «Abajo la dictadura», «Cuba sí, Castros no», «Libertad para los presos políticos», «+ Salud, + Comida y + Libertad» y «Derechos humanos y democracia ya».
La manifestación, que se celebró en la principal arteria de la ciudad, también contó con la incorporación de notables líderes políticos de partidos de derecha, como el presidente del Partido Popular y la líder del partido Vox en la Comunidad de Madrid, Pablo Casado y Rocío Monasterio, respectivamente.


