Son pocos los Gobiernos latinoamericanos que se han manifestado hasta el momento en contra de las manifestaciones masivas que el pasado 11 de julio paralizaron Cuba, pero árbol que nace torcido…
Quizás ese sea el caso del expresidente de Brasil Lula da Silva, quien se ha atrevido a decir, con la cara fresca y sin inmutarse, que «si Cuba no tuviera un bloqueo, podría ser Holanda».
«Cuba ya ha sufrido 60 años de bloqueo económico de Estados Unidos, más aún con la pandemia. Es inhumano», dijo el ex mandatario, en una posición claramente influenciada por los tantos «favores» que le debe al Gobierno cubano.
“Tiene un pueblo intelectualmente preparado y altamente educado. Pero Cuba ni siquiera ha podido comprar respiradores debido a un bloqueo inhumano de Estados Unidos”, continuó el expresidente brasileño.
“¿A qué le teme Estados Unidos?”, apuntó Lula, repitiendo casi de forma textual el discurso trillado que el presidente Miguel Díaz-Canel utilizó durante su discurso televisado tras las protestas.
Bajo la mirada de da Silva, “el bloqueo es una forma de matar a seres humanos que no están en guerra” y Estados Unidos debería “acabar con este rencor”.
Las declaraciones de Lula son totalmente opuestas a la posición oficial del actual Gobierno brasileño, encabezado por Jair Bolsonaro, quien defendió el “movimiento de libertad” de los cubanos y se refirió al régimen cubano como una “dictadura cruel”.
“Todo apoyo y solidaridad al pueblo cubano, que hoy clama con valentía el fin de una dictadura cruel que desde hace décadas masacrara su libertad y vende al mundo la ilusión de un paraíso socialista”, tuiteó. “¡Que la democracia florezca en Cuba y traiga mejores días a su pueblo!”.
“Apoyo los movimientos por la libertad en Cuba. Quiero ver si (el expresidente) Lula hace lo mismo. Lula es un criminal que no puede salir a la calle y está con casi 60% de intención de voto. Para no ser como Cuba tenemos que evitar el fraude electoral en las elecciones de 2022”, afirmó el ultraderechista.
