Entre gritos de ‘¡Asesino!’, que le pedían que acercara y hablara con el pueblo, recibieron los pobladores de Palma Soriano, en Santiago de Cuba, a uno de los «históricos» de la Revolución, el Comandante Ramiro Valdés.
En las imágenes, que fueron compartidas por el portal Diario de Cuba, puede verse al octogenario militar rodeado de militares y tropas especiales cuando llega a este territorio, uno de los que se levantó en protestas el pasado domingo contra el Gobierno.
«¡Nos están matando de hambre, nos están dando golpes, que no te engañen!», se le escucha decir a una de las personas; mientras la seguridad trata de retirar a Ramiro Valdés del lugar
Aunque el audio no tiene la mejor calidad posible, en un momento Valdés le pregunta a los presentes que dónde están las personas golpeadas y los que están pasando hambre; mientras trata de enfrentarlos y le quita las manos del medio a su equipo de seguridad, que trataba con sacarlo cuanto antes del lugar.
La respuesta del pueblo fue un grito al unísono: «¡Dieron golpes, dieron golpes!».
La reacción agitada de cientos de cubanos provocó que los militares rodearan rápidamente a Ramiro Valdés para sacarlo del lugar, cuando es despedidos a gritos de «¡Libertad!, ¡Libertad!».
Parece que lo de llegar a las zonas de protestas de imprevisto y querer imponer su autoridad y respeto a los dirigentes del Gobierno ya no les funciona con la misma efectividad que décadas atrás; una costumbre implantada por Fidel Castro, quien de esta misma forma logró aplacar las violentas manifestaciones de 1994, cuando el llamado «Maleconazo».
El pasado domingo el presidente Miguel Díaz-Canel también fue recibido a gritos de «asesino» en la ciudad de San Antonio de los Baños, donde inició la ola de protestas que después se atendió por varias ciudades de la Isla. Allí el pueblo le lanzó pomos de agua vacíos, aunque las imágenes nunca fueron transmitidas por la televisión estatal, que insistió en decir que el apoyo de los pobladores fue total.
