El medio de prensa independiente cubano 14yMedio publicó este sábado la noticia de que una paciente psiquiátrica del municipio Cerro (La Habana) asesinó a golpes a su madre de 78 años a mediados del mes de febrero.
El diario, luego de recoger y contrastar varios testimonios, reportó que Olga Nidia (50 años) sufrió este episodio violento porque no contaba con los medicamentos requeridos para tratar sus dolencias mentales, situación causada por el crítico desabastecimiento de fármacos que se vive actualmente en Cuba.
La paciente solía tomar amitriptilina y alprazolam de forma regular, al igual que otros sedantes y ansiolíticos, pero ninguno de estos medicamentos se encuentra en la red de farmacias estatales cubanas desde hace más de 6 meses, cuando la grave inestabilidad del suministro (luego de meses de creciente escasez) dejó vacíos los anaqueles de las farmacias.
Las mujeres, quienes vivían en un domicilio ubicado en el callejón de Santovenia (entre Patria y Lindero), tuvieron más de un altercado violento, de acuerdo con testimonios de los vecinos.
Olga sufrió esa crisis de furia y arremetió contra la anciana, asesinándola sin demasiado esfuerzo. Los residentes de su comunidad han denunciado que Olga continúa sin recibir sus medicamentos, a 5 meses del suceso.
La víctima trabajó en el Hospital Pediátrico de Centro Habana como auxiliar de limpieza durante sus últimos 10 años de vida laboral, antes retirarse; y luego estuvo 2 años postrada en cama a causa de algunos problemas de salud, tiempo en el que quedó bajo el cuidado de su hija.
Los vecinos aseguraron escuchar y presenciar violencia de todo tipo (totalmente gratuita) de Olga hacia su madre en múltiples ocasiones. Contaron que «lo mismo le metía con la cuña hospitalaria que le incrustaba la cabeza contra el refrigerador».
Incluso relataron oportunidades en que Olga le daba la comida a la anciana con tal brutalidad que con la cuchara «le partía los dientes». Muchas veces se enfrentaron a ella por su inhumana actitud, pero siempre respondía con ofensas y agresividad.
Nunca divisaron ningún tipo de visita a la vivienda por parte de trabajadores sociales o representantes de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), pese a que la doctora del consultorio médico sí conocía de la situación.
Este suceso salió a la luz cuando una escena similar se dio en el habanero municipio de Arroyo Naranjo, donde un hombre (también enfermo mental) apuñaló a varios de sus vecinos en la barriada de Víbora Park, incendió su apartamento y se suicidó, tirándose voluntariamente de la azotea del edificio.
Decenas de vídeos sobre el incidente se viralizaron en redes sociales el mismo jueves (día de los hechos), y gracias a ello se pudo constatar que el individuo tampoco estaba consumiendo los medicamentos necesarios para tratar sus crisis nerviosas.
Además, un paciente oncológico con cáncer de colon, residente en Cárdenas, se suicidó el viernes por no poder curar sus dolencias ni aliviar el dolor debido al profundo déficit nacional de medicinas, después de ser enviado a su casa por las autoridades sanitarias matanceras.
La grave crisis de los medicamentos fue finalmente reconocida por el Gobierno cubano el pasado mes de junio, cuando Tania Urquiza Rodríguez, vicepresidenta de la empresa BioCubaFarma, fijó la media mensual de medicinas en falta en Cuba en 120 fármacos básicos, mientras el país enfrenta la peor etapa de la pandemia de coronavirus, comenzada en marzo de 2020.


