Gracias a una iniciativa privada de alrededor de 40 jóvenes habaneros, se realizó este fin de semana una recogida de basura en el capitalino río Almendares, concluyendo con 56 sacos de deshechos plásticos que se convertirán en ecomadera.
El muro de Facebook de Amanda Triana Rubio recogió la evidencia de la realización de este proyecto ecológico, cuyo producto será procesado para ser convertido en una alternativa ecológica, a cargo de la cooperativa no agropecuaria ATRES.
Luego de la documentación y socialización de esta iniciativa por redes sociales, numerosos usuarios elogiaron el proyecto enfocado al material reciclado, pues no solo es una excelente alternativa como parte de la transición hacia una sociedad más concienciada con la situación medioambiental, sino que demuestra el impacto que tienen las propuestas de los jóvenes cubanos.
Gracias a su iniciativa, muchísimas personas también pertenecientes a la sociedad civil cubana actual se brindaron, de forma totalmente voluntaria (como mismo actuaron los 40 jóvenes durante el fin de semana), para colaborar con el proyecto de todas las maneras posibles y donar materiales para facilitar el proceso de recolección.
Conformada en 2014 y radicada en la provincia de Matanzas, la cooperativa ATRES es pionera en la confección de ecomadera a partir de residuos plásticos en el sector privado de la isla.
La elaboración emplea hasta siete tipos de plástico y no precisa de resina virgen, lo que posibilita obtener ventajas en materia de utilidad y prestaciones si se compara con otros procesos, de acuerdo con un dossier publicado por Ideas Online.
La experiencia de precedentes internacionales sobre el proceso de producción de ecomadera motivó a estos emprendedores encontrar un punto de encuentro entre proteger el medio ambiente y generar ingresos
Declaraciones a la revista digital Cubahora permitieron conocer sobre el vasto catálogo de producciones con el que cuenta ATRES, el cual abarca mobiliario, pasarelas, pérgolas, estructuras, pallets, etc, los que se ofrecen principalmente al sector turístico nacional.
La industria que se desempeña a orillas del río Almendares, en La Habana, genera los perjuicios fundamentales a su ecosistema, además del deterioro que provocan los asentamientos urbanos y las comunidades.
Jóvenes y ciudadanos en general forman grupos para limpiar los márgenes del Almendares de desechos cada cierto tiempo, e incluso cuando una pandemia impone limitantes a muchas de las actividades, el activismo medioambiental continúa teniendo un espacio.
