Prensa oficialista vuelve a la carga contra los coleros y los acusa de «despreciables» por «desangrar» al Gobierno cubano revendiendo lo que compran en las tiendas

En medio del recrudecimiento de la severa escasez generalizada de productos de primera necesidad en Cuba, la prensa oficialista retoma la campaña propagandística ofensiva contra los llamados «coleros», tildados por el Gobierno como la lacra de la sociedad cubana actual.

El órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), el periódico Granma, calificó a estas personas como «figuras nocivas que han proliferado con la escasez y el desabastecimiento», además de como aquellas personas que «pretenden desangrar el bolsillo familiar, sacando provecho de la escasez», según 2 artículos publicados en su edición impresa de este miércoles 30 de junio.

El primer texto, titulado «Contra los coleros, ¿retroceso en el enfrentamiento?», recogió numerosas quejas de la población cubana sobre la reventa de productos, sobre todo aquellos adquiridos en las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC).

El autor no refirió en ningún momento a que estas ilegalidad ocurren en complicidad con los propios trabajadores de los comercios, los inspectores estatales que vigilan y regulan más colas, y hasta los agentes de la Policía.

La escasez generalizada cubre lo mismo electrodomésticos que productos de aseo, alimentos y medicamentos (incluyendo condones y almohadillas sanitarias).

Señaló que las redes sociales Facebook y WhastApp se muestran como «una suerte de mercado negro digital», donde la actividad ilícita se desarrolla sin ningún disimulo.

Aseguró que los «coleros» realizan el «acto despreciable de lucrar» con lo que el «desangrado» Gobierno cubano.

El periódico estatal apunta a la población, aunque ocultando las causas, por «la reventa de turnos, (…) las colas monopolizadas por unos cuantos, rostros que se repiten dondequiera que haya algo con lo que se pueda lucrar», aludiendo también a la forma en que estas personas conocen con antelación sobre el abastecimiento de las tiendas, adquiriendo productos regulados en cantidades abarcadoras.

El diario expuso que se deberían implementar medidas más radicales para contraatacar el fenómeno, afirmando que «hay posibilidades de ir de frente contra los oportunistas» si se tiene en cuenta «el desparpajo con el que hoy se exhiben en las redes a sobreprecio», exhibiendo números de teléfono y otros datos.

Granma recogió que, según Glenia Cristina Díaz González, directora provincial de Finanzas y Precios, únicamente en la localidad de Cienfuegos se han aplicado 294 multas por el Decreto 30/21 y 2.502 por el 31/21, hasta el 28 de mayo.

Paulino Pablo Díaz Santillán, director provincial de la Dirección Integral de Supervisión (DIS), comentó que la entidad aumentó «las acciones conjuntas con órganos como la Fiscalía, la Policía Técnica Investigativa (PTI) y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), con la cual se concretaron 138 operativos».

El segundo jefe de la Policía en Cienfuegos, Osmany Llarena Cardoso, precisó que recientemente se realizaron 23 registros operativos, a partir de los que se desarticularon 17 puntos ilegales de venta de productos alimenticios, cinco casas de almacenes y dos fábricas ilegales de galletas; que han sido procesadas 47 personas en 41 denuncias; y que actuaron «contra 153 individuos; de ellos 56 identificados como coleros, 20 acaparadores, 43 revendedores y 22 vendedores ilegales».

En el ámbito de la venta de productos de primera necesidad en redes sociales, operaron contra cuatro sujetos, y 26 coleros fueron detenidos en el entorno de las tiendas en MLC. Un operativo también posibilitó que se detectara una trabajadora de CIMEX acusada por acaparamiento, quien transportaba alrededor de 50 pomos de aceite comestible en un vehículo estatal, en la barriada de Junco Sur, ciudad de Cienfuegos.

Los «coleros» han recibido toda la furia del Gobierno, al ser quienes cargan con las culpas del empeoramiento de la escasez en medio de la pandemia. Son acusados de potenciar el acaparamiento, por lo que las autoridades han desplegado una serie de drásticas medidas y campañas en la prensa estatal contra ellos.