Desde hace días, Cecilia Nazzari, madre uruguaya de la niña Aurora Sosa, es el blanco de una de las más fogosas polémicas en redes sociales después de haber agradecido al Gobierno cubano por la atención médica que esta recibiendo su hija.
La niña de 6 años tiene una enfermedad rara que le afecta la movilidad, razón por la que la uruguaya decidió gestionar un tratamiento médico en el capitalino Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) de La Habana.
Miguel Díaz-Canel dio la bienvenida formal a la menor mediante un mensaje desde su cuenta en Twitter, por lo que recibió numerosas reacciones críticas, sobre todo en medio de la actual crisis sanitaria.
Bienvenida a #Cuba, hermosa Aurora. Estás en buenas manos, nuestros médicos sabrán cuidarte mucho. Sigue contándonos cómo te va, ya queremos verte en la rehabilitación. ¡Un abrazo! https://t.co/9Jxu6VEbMv
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) June 27, 2021
El gobernante fue acusado de utilizar para su provecho el caso de Aurora, pues los usuarios alegaron que sirve de propaganda política para una gobierno que proyecta una atención médica gratuita, universal y accesible y que, en realidad, trafica con su sistema de salud y disimula la depresión que sufre la industria biofarmacéutica nacional y el deterioro de la infraestructura sanitaria.
La propia Nazzari elogió desde sus redes el trato que les brindó la institución, obviando el privilegio que representa dicha atención en comparación con niños cubanos en casos afines.
Un tuit, en el que la mujer alagaba la comida recibida durante el tratamiento, con variedad de frutas, viandas, hortalizas, legumbres y hasta proteínas, fue eliminado por la propia autora a raíz de las críticas que suscitó, pues el acceso a la comida en la isla resulta cada vez más afanoso.

Nazzari acusó, en otro tuit, a aquellos que demandan una visión realista de la sociedad cubana de constituir “la derecha” del país, tipificándolos dentro de las tendencias ideológicas conservadoras del resto del mundo.
Sin embargo, algunos internautas comentaron la situación en la que se encuentran otros niños cubanos enfermos que no tienen acceso a un centro caro y reservado únicamente para pacientes extranjeros.
Willy López describió que le resulta imposible conseguir glicemia y jeringuillas para su hijo Alejandro, de 6 años y diabético. Otros le instaron a que observara más allá de sus privilegios, llegando a percibir un pueblo que sufre una situación inexcusable.
La madre precisó, al periódico estatal Juventud Rebelde, cuán agradecida está hacia el personal que la atendió en la institución, por la preocupación constante por su bienestar y el de su hija. Recalcó que «Cuba es amor y solidaridad».
El tratamiento, no obstante, fue costeado a partir de más de 30 mil dólares que Nazzari recaudó a través de donaciones en plataformas web, de acuerdo con reportes de la agencia rusa Sputnik.
Una sencilla evaluación clínica en el CIREN, según datos de su portal web, asciende a 3,556 de los antiguos pesos convertibles (CUC). Por su parte, un tratamiento tiene un costo promedio de 7,130 CUC semanales, y la estancia de acompañantes, cuya presencia constituye un requisito obligatorio del establecimiento, ronda los 44 CUC al día. El sitio también postula que la alimentación diaria supone un monto aproximado de 12 CUC por persona.
El mismo CIREN negó, en abril pasado, el ingreso de la infante cienfueguera Samara, quien padece un tipo de epilepsia sin aparente tratamiento eficaz en la isla, lo que fue denunciado por sus padres en en redes sociales. La disculpa fue la exclusividad del centro para el trato a pacientes extranjeros.


