El médico cubano Leandro Castellanos Vivancos, residente en Chile, se mostró muy indignado en una publicación que realizó en las redes sociales en la que criticó que mientras la población de la Isla no tiene vida haciendo largas horas de cola para comprar pollo, picadillo y perros calientes, en otros países se venden productos como la langosta cubana.
«Estaba en el supermercado y vi un producto que me llamó la atención», relató el cubano a través de un video que publicó en el grupo Revolico Ciego de Ávila, de Facebook.
Vivancos recordó que ese alimento está reservado en Cuba para el turismo internacional y que puede resultar en sanciones para las personas naturales que compran el marisco en el mercado informal.
«Veo aquí una langosta que se llama ‘del Caribe’ y cuando abro la cajita vean de qué país es. ¡Cuba, la bella!», expresó el joven residente en Chile.
Castellanos Vivanco no disimuló su asombro al ver cómo se comercializa el producto cubano en el mercado por el valor de 26.000 pesos chilenos (unos 20 dólares estadounidenses).
«Langostas de Cuba en Chile y los cubanos haciendo cola para un trocito de pollo», finalizó.
El producto en cuestión lo distribuye en Chile la empresa de congelados Delfín, que trabaja con una amplia gama de proveedores, entre ellos la nación caribeña.
«Contamos con procesos de elaboración propios para darte el mejor sabor en productos saludables y adaptados a tus necesidades», dicen en su página web.
Delfín no solo comercializa la langosta cubana, sino que también promociona otros productos como langostinos blancos crudos o cocinados y preparado de marisco para paella que incluye, entre otros, los crustáceos criados en la isla.
