Miguel Ángel Ruano, fisiatra cubano residente en Cali, Colombia, declaró este jueves al medio independiente CiberCuba acerca del fallecimiento de la enfermera cubana Bárbara López Castillo, lo que sucedió dos semanas después de recibir las tres dosis planificadas del proyecto vacunal Soberana 02.
El doctor Ruano, asociado a un centro de investigación de Electromagnetismo en Colombia, explicó a diario que la enfermera murió luego de presentar síntomas relacionados con el COVID-19 quince días después de que se le administrara la pauta completa de Soberana 02.
La enfermera fallecida solicitó a su superior en el hospital Julio Díaz, al comenzar a recrudecerse la situación epidemiológica, que fuera removida de la primera línea de combate contra el virus debido a que tenía solo un riñón y, por tanto, consideraba que era persona de riesgo.
No obstante, su petición no fue atendida por la jefa de Enfermería del Julio Díaz, según el testimonio de Ruano, incluso cuando el hospital de Fontanar funge en estos momentos como centro de atención a pacientes positivos y sospechosos de coronavirus.
El doctor recalcó ante el medio que falleció a los pocos días de recibir la tercera dosis del candidato vacunal y contagiada presuntamente de COVID-19, aunque no fue confirmado. Explicitó que, por conveniencia, su caso fue cerrado como «post mortem como neumonía, shock séptico y paro cardiorrespiratorio».
Este martes falleció Bárbara López Castillo sin que hubiera pasado por un proceso de confirmación de su causa de muerte por COVID-19, como denunció su colega del Julio Díaz hasta que él emigró a Colombia en 2010.
El galeno esclareció que los síntomas apuntaban a que la enfermera padeció coronavirus, así como que se asume que el paciente tiene COVID-19 si «tiene una neuropatía inflamatoria de origen no bacteriano» entretanto no se demuestre la positividad.
Para el médico, la defunción de la profesional está claramente vinculada con la inmunización, lo que también sucede con el caso del cardiólogo Javier Vidal, en Matanzas, cuyo ingreso ocurrió tras sufrir una septisemia luego de la segunda dosis de uno de los dos prototipos nacionales.
El Gobierno cubano asevera que la eficacia de Soberana 02 es de 62% con dos de sus tres dosis. Médicos cubanos independientes han pedido que estos datos sean reevaluados por la Organización Mundial de la Salud.
Este jueves se registraron 16 decesos de personas por consecuencias del COVID-19 en la isla y se confirmaron 1.880 nuevos diagnósticos positivos, según el parte del Ministerio de Salud Pública.
Hospitales y centros de aislamiento del país mantienen 35.371 pacientes ingresados con la enfermedad; de ellos, 7.589 son sospechosos y 9.486 son casos activos.


