El embargo económico norteamericano hacia Cuba ha sido una vez más la excusa de las autoridades de la industria biofarmacéutica cubana para justificar la severa escasez de medicamentos que ha experimentado la isla en el último año y medio. La Mesa Redonda del lunes sirvió como plataforma para que el oficialismo no solo se quejara por la falta de materias primas (necesarias para fabricar fármacos) como resultado del bloqueo estadounidense, sino también para que admitiera que los recursos médicos disponibles se han destinado casi exclusivamente a «garantizar los productos de protocolo del Covid-19 y el desarrollo de las vacunas».
La vicepresidenta de BioCubaFarma, Tania Urquiza Rodríguez, alegó que su centro se ha visto obligado a paralizar contratos para la captación de recursos y materias primas con proveedores en el extranjero por culpa del bloqueo, además del ingreso de divisas en el exterior y de la inversión en Cuba.
Urquiza Rodríguez que la medida estadounidense de constatar que las entregas a Cuba tienen menos del 10% de componentes de su país, está «provocando afectaciones a los medicamentos que se presentan en cápsulas, como los antibióticos».
Recordó que las compras se encarecen cuando el Estado cubano se ve forzado a realizarlas en mercados alejados y a utilizar intermediarios para trasladarlas o nacionalizarlas en un tercer país.
La funcionaria aseguró que estas dificultades encarecen y ralentizan en demasía la producción nacional de medicamentos.
No obstante, sí han aparecido materias primas para desarrollar productos nacionales contra el virus de la COVID-19.
La industria, de acuerdo con las declaraciones de la funcionaria, «cuenta con un sistema de balance automatizado en tiempo real donde los productores ven todas las materias primas y basta que exista una prioridad para que una materia prima se desvíe a otro laboratorio».
Reconoció que las vacunas constituyen uno de esos ejemplos, puesto que no figuraban en el plan de producción de este año y aún así «ha faltado un bulbo, sello o tapón para formularlas.
El «cuadro básico de medicamentos» en país sufre cada año más falta de suministros, a la vez que se han desarrollado estas vacunas.
Este cuadro cuenta con 619 medicamentos, según Urquiza Rodríguez, de los cuales 359, es decir, el 58% son elaborados en BioCubaFarma.
El promedio de las faltas mensuales en 2018 fue de 44, de los 359 medicamentos del cuadro básico que se produce en BioCubaFarma. El promedio en 2019 fue de 55 fármacos, y de 85 en 2020.
Reconoció que parte de los suministros y las materias primas ha ido mermando en 2021, así como que el promedio de faltas mensuales ha sido de 120 medicinas.
Señaló que el sistema de Salud Pública ha establecido como prioridad la hemodiálisis, los productos para los protocolos de tratamientos del coronavirus (85% de BioCubaFarma), y los 116 fármacos de atención al paciente grave. A pesar de haber existido afectaciones todo se ha garantizado.
La funcionaria destacó que aquellas 12 medicinas de mayor consumo de la Tarjeta Control también han tenido prioridad, y después el resto de dicha tarjeta.
Admitió que se ha visto afectada la producción de cremas, jaleas, ungüentos, líquidos, jarabes y tópicos, incluso cuando son productos con mucha demanda entre los cubanos.
