Un día después que el gobierno cubano anunciara que no aceptará más depósitos de efectivo de dólares en sus bancos a partir del 21 de junio, como consecuencia de las sanciones de Estados Unidos, muchos ciudadanos reaccionaron haciendo colas frente a los bancos ayer viernes.
«Yo deposité todo lo que tenia guardado, que eran 180 dólares», comentó a nuestra redacción Reinaldo Pérez, un cuentapropista dueño de una cafetería en La Habana, que desde bien temprano ya estaba en la cola de aproximadamente 120 personas que se formó frente al banco Metropolitano, en la calle Infanta, en Centro Habana.
Como él, miles de cubano a lo largo de toda la isla está entregando al Gobierno sus «modestas fortunas» a cambio de recibir un dinero electrónico en sus tarjetas en Moneda Libremente Convertible, que difícilmente recuperarán en efectivo algún día.
«¿Para qué me voy a quedar con ese dinero si no lo podré usar después de esa fecha?», comentaba un joven en la puerta del mismo banco.
Llamaba la atención que todas las condiciones estaban creadas, listos para llevarse el efectivo al jamo, pues la mayoría de los bancos trabajaron en las ultimas horas con todas sus cajas disponibles, cuando por lo general siempre funcionan dos o tres en cada sucursal.
El jueves por la noche, el Banco Central de Cuba (BCC) dio a conocer mediante una nota oficial y con funcionarios compareciendo en la televisión que a partir del 21 de junio las personas no podrán ingresar dólares efectivos en sus cuentas en dicha moneda en las entidades que operan en el país.
La presidenta del BCC, Marta Wilson, indicó que la decisión obedece a que Cuba cuenta con un “acumulado” de billetes de dólares que no puede colocar en entidades financieras del extranjero debido a la persecución que Estados Unidos tiene sobre la isla, especialmente en su sector financiero.
En la calle y en las redes sociales el argumento fue criticado, pues el mes pasado las propias autoridades dejaron de vender dólares en el aeropuerto, la única sucursal que lo hacía, a la tasa oficial para quienes viajaban al extranjero bajo el argumento de que no había divisas.
«La gente está como loca porque tiene miedo de que a esta medida le cuelguen otras que anunciarán en los próximos días», nos dijo una joven que esperaba en la fila para depositar 450 dólares que había comprado esta misma semana en el mercado negro pues quiere un freezer para su casa. «Esto lo que ha hecho es provocar más dudas y da la impresión de que ni ellos mismos por allá arriba saben lo que están haciendo», agregó.
El profesor de economía de la Pontificia Universidad Javeriana en Cali, Pavel Vidal, explicó que la medida tal vez no tenga una influencia tan decisiva en la tasa de cambio del dólar en relación al peso y sí los depreciará más en base al euro debido a la “incertidumbre”.
“Los bancos estatales recaudan en el corto plazo un porcentaje de los dólares que hay en la calle, en un momento donde hay grandes problemas de liquidez en divisas para comprar alimentos, medicinas e insumos… en que hay una escasez y malestar social sin precedentes recientes en el país”, explicó Vidal.


