Las Casas de Cambio (CADECA) han dejado de golpe y porrazo de tener alguna utilidad, pues el Gobierno ha repetido en contadas ocasiones que no tiene divisas para vender a la población, ni la población tampoco acude a estas para vender dólares o euros, pues en el mercado informal se obtiene fácilmente el doble de dinero que al cambio oficial.
Por tanto, y quizás para no dejar desempleados a los miles de trabajadores que laboran en estas CADECAs, las autoridades anunciaron hoy que a partir de las próximas semanas estos establecimientos comenzarán con la venta de tarjetas para la compra de combustible; para lo cual solo solo falta la recogida de las tarjetas, en Financiera CIMEX S. A. (Fincimex), y su distribución en los establecimientos de la entidad.
De igual forma, y como si de una ventanilla de cobro cualquiera se tratara, los directivos de CADECA revelaron que el Gobierno tiene pensado asignarles un paquete de prestaciones que incluyen, en un futuro cercano, el expendio de tarjetas propias y para la recarga de celulares, además del resto de los productos ofrecidos por ETECSA, así como el cobro de las facturas de electricidad, agua y alcantarillado.
Tampoco funcionarán más los caravanes, popularmente conocidos como contenedores de CADECA, de los cuales existían decenas de ellos, pero que no ofrecían condiciones óptimas de seguridad ni de atención al público; además de haber sido blanco de numerosos robos en los últimos años.
Las Casas de Cambio que funcionaban en estos contendedores, en su mayoría han sido trasladadas a nuevos locales o se han insertado dentro de oficinas de Correos de Cuba, las cuales son aprovechadas por esta ultima entidad para realizar diariamente sus depósitos bancarios, sin moverse del lugar y sin la medicación de terceros.
CADECA, que ahora ofrece casi los mismos servicios que un banco (pago a pensionados, recepción de los depósitos inherentes a las obligaciones de los trabajadores por cuenta propia, extracciones y cambio de denominaciones de efectivos…), pronto abrirá más el diapasón, con el ofrecimiento de la posibilidad de recibir depósitos de personas naturales para la acreditación de sus cuentas.
Hace solo unos días, los directivos de CADECA emitieron un comunicado en el que casi que regañaban a los que criticaron la suspensión de la venta de divisas, incluso para viajeros que salían al exterior, y se defendieron cómo perro boca arriba, alegando que el Estado «no posee la divisa necesaria para respaldar tales operaciones, se hace imposible mantener el servicio».


