En total incertidumbre y llenos de dudas se encuentran miles de cubanos que escucharon con sorpresa hace dos días como el Gobierno suspendía de forma «temporal» desde el próximo 21 de junio el depósito de dólares en efectivo en las cuentas bancarias en Moneda Libremente Convertible.
La medida, anunciada por el Banco Central de Cuba (BCC), ha necesitado incluso de una transmisión especial del espacio radiotelevisivo Mesa Redonda para explicar las interrogantes que dejó la noticia en la población. Allí, fue aclarado por las autoridades cubanas que esta disposición «no limita el pago por tarjeta magnética en esa moneda».
Al decir de Leticia Morales González, viceministra primera de Economía y Planificación (MEP), «las cuentas de las personas naturales en USD no pierden vigencia y los saldos se respetan en todos los casos».
«Las vías para ingresar el efectivo a esas tarjetas se mantienen, excepto la posibilidad de hacerlo en dólar estadounidense, pero cualquier otra divisa sí está permitida», subrayó.
Refirió que las tiendas que operan en MLC se mantienen, no sufren afectaciones ni transformaciones con la medida anunciada el jueves por el BCC y se pretende ampliar esa red para desconcentrar el acceso a ellas.
Según Morales González, los ingresos de esas tiendas «sirven de financiamiento parcial para productos y servicios de la economía cubana, y permiten que los diversos sectores se encadenen, además de que respalda los productos básicos que se venden en pesos cubanos».
Sin embargo, la realidad no coincide con la palabrería de los dirigentes en la isla, pues el desabastecimiento de las tiendas en moneda nacional es marcado, y ya muchos las han bautizado como los mercados del «picadillo, perritos y pollo», pues son los únicos productos que se pueden encontrar con largas colas en ellas.
La propia viceministra primera del MEP reconoció ayer que «hay dificultades para abastecer las tiendas» en pesos cubanos, alegando que se trata de «todo un conjunto de cuestiones que se han venido evaluando»; pero aseguró que están «dando pasos para aumentar las ofertas gracias al financiamiento obtenido a través de las ventas en MLC».
En relación con la imposibilidad del sistema bancario cubano de vender USD a las personas naturales, dijo que esas entidades «no son totalmente dueñas de estos dólares» que tienen en cuentas y «es el respaldo que tiene el país para convertir en nuevos recursos, que permitan reaprovisionar el mercado en ambas monedas».
«En el comercio internacional ningún Estado compra con efectivo y por las limitaciones del bloqueo de hacer transacciones financieras en dólar estadounidense ese efectivo no nos sirve para comprar en ningún lugar en el mercado mundial», aseguró la funcionaria.
«La Resolución 176 del Banco Central de Cuba, que restringe los depósitos en efectivo de dólares americanos, no es una medida anti inflacionaria ni está diseñada para recoger efectivo», afirmó por su parte Yamile Berra Cires, vicepresidenta de esta institución financiera.
La noticia de la suspensión de los depósitos de dólares en efectivo dejó en shock a los cubanos, sorprendidos quizás por tal anuncio de parte de un Gobierno que siempre ha estado ávido de esa divisa.
Para no variar, y gracias a la infinita capacidad del castrismo para no asumir jamás responsabilidad por el desastre nacional, esta vez también el «bloqueo» es culpable, aunque, para asombro generalizado, se añade que en la caja fuerte del Estado no cabe un billete más, pero que ahora el problema es que no tienen cómo gastarlo.
