Reparar una casa en Cuba en la actualidad constituye todo un reto. Omar Sánchez Orovio es un anciano que lleva más de 4 años intentando solamente pintar su apartamento de dos cuartos, pero con su salario de custodio de un parqueo estatal de 2.200 Pesos Cubanos (CUP) y la chequera de jubilación de su esposa de 1.600, no les da ni para sobrevivir.
Sánchez pensaba que, tal vez, con la implantación de la Tarea Ordenamiento su situación mejoraría y podría comprar un poco de pintura vinyl, pues explicó que una mano de pintura puede dar la sensación de haber reparado todo una casa. Este hombre es uno de los millones de cubanos que no tienen familiares en el extranjero, por lo que no tiene ningún acceso a la Moneda Libremente Convertible (MLC) y a los productos y servicios que ya se han vuelto exclusivos de ella.
Sin embargo, los precios que emitió el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) en enero de 2021 para el Programa de Materiales de Construcción estaban muy alejados de sus espectativas, los que llegaron a profundizar las brechas sociales en la isla y redujeron el poder adquisitivo de la población.
Sánchez comentó que, además, hace mucho tiempo que la pintura que vende el Estado no tiene calidad ninguna, y esa es la misma que se comercializa en el mercado negro al triple o al cuádruple de su precio. El valor de la tanqueta de vinyl blanco oscila entre los 2.500 y los 5.000 CUP.
La Resolución No.139 de 2020 de Comercio Interior fue la que sentó los nuevos precios minoristas de los materiales de construcción.
Ibis Acanda, cuadro del Partido en su centro de trabajo, no podía contener el enojo, pues necesitaría su salario íntegro de un mes (o de 2) para cambiar 2 ventanas en su casa que se hallan totalmente huecas por el comején. Con su sueldo de 2.300 CUP no puede costearse la compra de 2 ventanas galvanizadas de 1,40 x 1,20m (de 1.135 CUP). Le pareció una falta de respeto que «la propia Revolución le vira la espalda a los trabajadores que la apoyamos produciendo lo poco que hay y defendiendo el proyecto socialista».
Los salarios estatales no permiten emprender una reparación estructural de ninguna vivienda, y el reordenamiento monetario y cambiario solo empeoró la situación preexistente.
Resaltaron que la Resolución No.139 se aplicó sin pensar en los jubilados, pensionados y obreros de más bajos ingresos, quienes no pueden suplir las necesidades personales ni de sus domicilios.
La pensión mínima de un jubilado da a penas para una puerta de entrada con llavín cuyo valor alcanza los 1.230 CUP y otros precios van por el mismo camino, razón por la cual fueron catalogados de «inadmisibles» por los capitalinos: rollo de papel de techo, 670 CUP; fregadero inoxidable, 610 CUP; tanque de abesto cemento de 500 galones, 3.250 CUP; lavabo pequeño, 630 CUP; tanque para 600 litros de agua, 1.100 CUP; puerta de madera simple, 2.511 CUP.
Gregorio Delgado, un obrero que apenas gana 3.100 CUP al mes, dijo que esos materiales solo se encuentran en esos listados o en el mercado informal, por lo que ya no tiene esperanzas de tapizar sus muebles con 12 años de uso porque las personas ya no quieren pesos cubanos y todas las telas se venden en dólares, además de que en los rastros y en los Mercados de Artículos Industriales y de Servicios nunca hubo suministro ni para casos de prioridad como subsidiados y damnificados.
Los metros de tela sobrepasan los 5USD en el mercado negro, que hasta la fecha se cotiza en 67 CUP.
Laura Mitjans, licenciada en Biología, ya ni sueña con poder cambiar las seis ventanas de su apartamento en Playa y comprar un tanque para almacenar agua potable debido a las consecuencias del salitre y los problemas en el abastecimiento de agua. No puede permitirse comprar nada con esos precios, y opinó que eso, más la histórica escasez de materiales de construcción, es lo que provoca que el mercado informal dicte las normas. Dijo que los problemas son tanto por la falta de viviendas como por la incapacidad de los trabajadores de poder mantener sus casas en pie debido a los precios que impone el Estado.
 y la chequera de jubilación de su esposa de 1.600, no les da ni para sobrevivir.){kind=link}