Luego de que se generara una enorme polémica en redes sociales por el borrado de las características firmas de las paredes del famoso restaurante La Bodeguita del Medio (evidenciado por el director creativo de la revista de arte Vistar Magazine, Robin Pedraja, desde sus redes sociales), los directivos del emblemático lugar explicaron que la decisión de pintar los muros formaba parte de una práctica rutinaria (que se hace cada cierto tiempo para hacer espacio para nuevas firmas) y a causa del urgente mantenimiento por el estado constructivo de las paredes. Días más tarde, decidieron revelar la verdadera causa de la acción, y es que se habían encontrado varias frases contrarrevolucionarias entre las firmas.
Desde viralizada la publicación de Pedraja, quien criticaba la eliminación del «patrimonio» del local, la decisión acaparó muchísimo rechazo del público por borrar con las firmas parte de su identidad.
El director del restaurante, José Miguel Pumarada Fernández, alegó entonces que «las firmas no son patrimonio» y que el local necesitaba de la remodelación por las filtraciones y la extensa humedad, y que contaban con todas las aprobaciones de la Comisión de Monumentos de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
No obstante, especialistas del Plan Maestro de dicha institución, consultados por medios independientes, han afirmado que la Oficina no está al tanto de la remodelación.
Aún cuando numerosos expertos y activistas consideraron «lamentable» la eliminación de esa parte de la identidad del restaurante, es cierto que no ha sido la primera vez que esto pasa, y es que el mítico espacio en el corazón de la Habana Vieja, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982, tiene más de 75 años de explotación.
Sin embargo, luego de la insistencia en una serie de justificaciones razonables, un administrativo del local declaró a Radio Taíno que, en realidad, las paredes constituían un espacio de libre expresión donde no todo lo que se escribía resultaba justo, agradable o correcto. Afirmó que muchas personas que allí firmaron, luego traicionaron a la Patria.
Aseguró que: «A veces encontramos cosas muy serias, usted entiende, palabras y frases contrarrevolucionarias, medio escondidas entre los garabatos».
También explicó, de manera ecuánime, que: «Mira, eso era muy complicado de controlar. Como sabemos, la gente con la barriga llena y con dos tragos en la cabeza puede escribir cualquier cosa sin pensar.
Concluyó diciendo: «La verdad que era cada vez más difícil chequear mensualmente las frases nuevas que escribían en las paredes, porque ahora el MININT no puede enviarnos especialistas como en otra época, hay otras prioridades…»
, los directivos del emblemático lugar explicaron que la decisión de pintar los muros formaba parte de una práctica rutinaria (que se hace cada cierto tiempo para hacer espacio para nuevas firmas) y a causa del urgente mantenimiento por el estado constructivo de las paredes. Días más tarde, decidieron revelar la verdadera causa de la acción, y es que se habían encontrado varias frases contrarrevolucionarias entre las firmas.){kind=link}