Como si fuese toda una hazaña, la prensa oficialista dedicó un artículos en varios de sus periódicos a lo ocurrido con un cuentapropista y emprendedor en la provincia de Matanzas, dueño de un taller de reparaciones de equipos informáticos, que decidió importar a través del Gobierno piezas como motherboard, memoria, sistema de alimentación ininterrumpida (SAI), así como también baterías para SAI, gastables de tinta e impresoras.
La importación fue realizada mediante la Empresa de Soluciones Integrales de Comunicaciones Solintel S.A, integrada al Grupo Empresarial de la Informática y las Comunicaciones (GEIC), y tuvo un costo de unos nueve mil dólares, incluidos los impuestos que tuvo que pagar este comprador.
Según explica la nota publicada por la Agencia Cubana de Noticias, la entrega de los artículos encargados se concretó luego de 55 días de la firma del contrato con el proveedor, para lo cual este cuentapropista tuvo que pagar un 50 por ciento por adelantando del costo total de la importación.
Miguel Quinta Llerena, el cuentapropista que hizo esta compra, posee una licencia de reparador de equipos eléctricos y electrónicos, y al ser entrevistado por la ACN aseguró que «con anterioridad únicamente podía adquirir esta tecnología en el extranjero o a través de personas que se dedicaban a viajar a otros países».
Llama la atención que la entrega se produce en casa a medio terminar, con sus paredes crudas y sin repello, y en un barrio matancero donde al parece la calle no está ni asfaltada; pues el gasto de casi nueve mil dólares resulta sumamente elevado para alguien que vive en estas condiciones.
«Con esta compra reduje los gastos que tenia, tuve oportunidad de acceder a muy buenos precios por productos de alta calidad», añadió el Quinta Llerena, quien anunció que «teniendo en cuenta la seriedad, garantía y rapidez del proceso solicitará otra importación más adelante».
