El polémico presentador Alex Otaola ha comenzando a impulsar desde su programa un nuevo «parón» de remesas, recargas telefónicas, viajes y envíos de paquetería a Cuba; asegurando que si se cortan de forma «definitiva» los ingresos de divisas que recibe el Gobierno por estas vías será el «fin total de la dictadura castrista».
«A partir del próximo lunes estamos convocando un nuevo parón contra la dictadura cubana. Cero remesas, cero recargas, cero teléfono, cero economía, cero todo. Esta tiene que ser la respuesta de este exilio, para que ellos no sigan diciendo que estamos a favor de la tortura y el hambre de los nuestros. Para demostrar definitivamente que el exilio cubano, que los emigrantes cubanos, queremos un cambio de sistema, la libertad de los nuestros y la libertad de Cuba», fue el llamado hecho por el Rey del chisme desde su exitoso show online.
«Si hacemos un parón definitivo, y nosotros decimos que no mandamos más, ellos no llegan a agosto. Por favor, vamos a hacerlo hasta diciembre, un parón total de no recargas, no viajes, no remesas, no absolutamente nada… se acabó. Tenemos que decir no, tenemos que decirle no a lo que está pasando nuestra gente dentro de Cuba», agregó Otaola.
El controversial youtuber aclaró que se trataría de un parón contra «la dictadura cubana» y no contra la familia cubana, porque su idea es «cortarle a la dictadura la manera de sobrevivir».
“Las tarjetas de MLC a las que sus familiares no tienen acceso a sacar dinero mientras usted está obligado a depositar dólares, las largas colas, la escasez de productos, nos llevan a reflexionar de que mandando dinero y recargas, no se ayuda a nadie. Porque 10 y 12 horas en una cola, marcando para no poder comprar, no es ayudar”, enfatizó.
“¿Le seguimos mandando dinero? ¿Los seguimos manteniendo? ¿O hacemos un parón para que la dictadura cubana que tanto nos aborrece y que no quiere escucharnos, no se siga manteniendo?”, insistió, explicando luego que enviando dinero a los familiares dentro de Cuba no se solventan las problemáticas, sino por el contrario, se sostiene en el poder a un sistema que elige quién compra un día, y quien compra el otro.
