Hoy martes 18 de mayo se cumplen 3 años desde que sucedió el trágico accidente de avión en La Habana, el que causó tantísimas muertes. Mailén Díaz Almaguer fue la única sobreviviente del siniestro del Boeing 737.
La joven holguinera tenía 19 años cuando, en 2018, fue una de las víctimas de la tragedia del Boeing 737-200, propiedad de la compañía mexicana Global Air, y que había alquilado Cubana de Aviación. Fue rescatada de entre los restos carbonizados de la aeronave, junto con otros 3 pasajeros que no habían muerto directamente en el impacto.
Los 4 sobrevivientes del accidente de avión que transportaba a un total de 113 personas, fueron trasladados con urgencia al Hospital General Calixto García de La Habana, debido a su crítico estado de salud. Un joven falleció poco después de ingresado, pero Mailén, Grettel Landrovell Font (23 años) y Emiley Sánchez (39 años) se mantuvieron con vida por un breve tiempo, pues las últimas dos mujeres fallecieron en la primera semana luego de sucedido el siniestro.
Nadie ha conseguido explicar cómo esta joven logró sobrevivir luego de sufrir ese trauma, tanto físico como emocional. Ella se dirigía junto a su novio hacia la ciudad de Holguín en el vuelo 972, el que despegó a las 12:08 horas de aquel fatídico viernes.
A solo unos segundos del despegue, el avión giró y cayó en una zona boscosa muy cerca de la terminal aérea, en el municipio Boyeros.
Mailén Díaz Almaguer le debe su vida a la dedicación y el esfuerzo del personal médico cubano que se sumió en la tarea de atenderla en tres centros de salud de la capital.
La joven holguinera compartió un versículo bíblico en su perfil de la red social Facebook: «Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan. Salmo 55:22».
Y es que carga con una experiencia increíblemente amarga, pero victoriosa. Ser la única superviviente de un accidente aéreo en el que murieron tantos llega a ser una de las cuestiones que más atormentan a la joven de 22 años. La paraplejia y la amputación de su pierna izquierda a la altura de la rodilla han marcado su recuperación desde el accidente.
Su vida es realmente un milagro, luego de una batalla incansable en los hospitales Calixto García, Hermanos Amejeiras y el Centro Internacional de Recuperación Neorológica de Cuba (CIREN), en la capital cubana.
Ella misma resume su historia como una hazaña impulsada por un amor infatigable y la gigantesca voluntad de seguir con vida: «Lo más bonito en la vida es saber que has podido con todo. El amor propio es una de las cosas más importantes».
Mailén encontró en su fe el amparo que necesitaba para superar aquel fatídico día, que se llevara tantas almas.
En su página de Facebook escribió que le agradece muchísimo a Dios por haberle otorgado una segunda oportunidad de vivir y por que su estado de salud mejora cada día. También quiso agradecer a todos aquellos que han mostrado preocupación hacia su caso y a todos los galenos, enfermeros, fisioterapeutas que han puesto su granito de arena en su recuperación, especialmente a su familia. Concluyó el mensaje con una bendición y un abrazo fuerte para todos.
