La prensa oficialista cubana no ha podido hacer de la vista gorda con el inminente problema de sanidad que acongoja a la ciudad de Holguín, cuyas calles se hallan inundadas con basura y ninguna autoridad siquiera responde a las denuncias de la población.
La situación epidemiológica en la provincia solo ha ido a peor desde que la acumulación de basura en algunas zonas residenciales se volvió un problema incontrolable. La emisora territorial Radio Angulo transmitió un reportaje donde se alertó sobre las consecuencias ambientales y sanitarias que la ciudad podría enfrentar si las circunstancias continúan invariables.
Muchos vecinos han señalado a la inestabilidad en la recogida de desechos sólidos por parte del Estado y a las indisciplinas sociales como las principales causas de la crisis.
Según el reportaje, los repartos más afectados por el momento son Alcides Pino, Vista Alegre y Pueblo Nuevo. La prensa holguinera hizo énfasis en la pobre «cultura ecológica» que existe en la ciudad, pues los porcentajes de reutilización y reciclaje de residuos resultan muy bajos.
El leve crecimiento poblacional que ha experimentado la provincia durante los últimos decenios amerita la adopción de sistemas de gestión de desechos sólidos más eficientes, dato que ha sido totalmente obviado por las autoridades pertinentes. Una de las ciudades más pobladas del país, con más de 300.000 habitantes, continúa usando el mismo equipamiento tecnológico para la recolección de desechos desde hace décadas.
Los cerca de 100 contendores de basura del territorio no son suficientes para almacenar los 1.5 kg (aproximadamente) de desechos que genera al día cada persona, por lo que las bolsas terminan siempre apiladas en cualquier esquina, jardín o hasta en el mismo medio de la vía.
Los microvertederos de la ciudad se han convertido, con la llegada del verano, en focos de infecciones, colmados por bacterias, insectos y ratas, y propagando las tan temidas enfermedades tropicales que el mosquito del Aedes aegypti transmite. Esto agrava seriamente la ya comprometida situación epidemiológica del virus de la COVID-19 en la provincia.
Focos de infección de cualquier tipo de enfermedades se forman en las esquinas de las calles cubanas, y dicha insalubridad han provocado no pocas epidemias de virus como dengue, cólera, leptosirosis o zika.
El escrito de Radio Angulo precisa que gran parte de los desperdicios que se vierte en los ríos Jigüe y Marañón evidencia signos de putrefacción, alegando que la toxicidad propia de tales residuos abandonados implica cierto nivel de deterioro de la calidad del aire debido a los gases de efecto invernadero que emiten y que contribuyen al cambio climático.
Esta semana se registra un aumento de los casos positivos de COVID-19 en Holguín, así como en el resto de las provincias. Con un nuevo récord de contagios diarios, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) confirmó este viernes 1,277 nuevos positivos.
La isla registró los números más elevados de diagnósticos diarios en lo que va del mes de mayo que desde que comenzó la pandemia. El director nacional de Epidemiología, Dr. Francisco Durán García, señaló que este jueves se acumularon 124 muertes en las dos semanas que lleva el mes, lo que hace un promedio de 10 fallecimientos al día.
La mala gestión de los desechos y la compleja situación epidemiológica a raíz de la pandemia hacen más factible que se pueda desarrollar un escenario realmente desafiante para la población y las autoridades, especialmente cuando comiencen a surgir los brotes de dengue, como todos los veranos.
Además, la extrema escasez de fármacos en el país desencadena un agravamiento de la situación, como el caso de un ciudadano que vive en extrema pobreza en el municipio holguinero de Banes, quien denunció que su salud se ha visto muy perjudicada y que los galenos le han recomendado tratamientos homeopáticos para sus dolencias.
