A tan solo unas horas de conocerse la reducción del 30% en la venta del pan liberado en la red de panaderías estatales, han salido a la luz numerosas imágenes de las grandes colas que se han formado desde bien temprano en estos establecimientos para intentar conseguir el tan demandado producto.
A través de su perfil en Facebook, la periodista Sonia Sánchez mostró imágenes de la cola que se organizó de Loma y Tulipán, en el capitalino municipio de Plaza de la Revolución.
«Ahora sí se pone buena la cola del pan», dijo la periodista en alusión a la noticia recientemente anunciada de la reducción en las ventas de pan por falta de harina.
A la publicación le siguieron comentarios como «Miseria humana», «Qué barbaridad!», «¿Menos pan todavía?», entre otros.
Como si ya la situación con los alimentos no fuera caótica, el Gobierno cubano anunció este lunes que la oferta diaria de pan liberado en La Habana estaría reducida al menos hasta el mes de julio, lo cual está motivado por las “afectaciones en la disponibilidad de harina trigo”.
Para los cubanos el pan es uno de los alimentos más demandados. No obstante, a la mala calidad del mismo y la insuficiente oferta, ahora se suma una reducción significativa a dicho producto.
Durante los primeros meses de 2021 el adquirir pan se ha vuelto una odisea para los cubanos, quienes ya se han acostumbrado a realizar largas colas para adquirir los limitados panes que vende el gobierno en la modalidad de “liberado”.
La mala calidad del pan y la escasez del mismo no solo es un problema en la capital cubana, son que se extiende al resto del país. En febrero pasado llegaron a reunirse más de un centenar de personas en Gerona, Isla de la Juventud, para comprar pan.
Los cubanos llevan décadas haciendo colas para adquirir un pan, de pésima calidad y caro. El Estado ha sido incapaz de estabilizar la producción y se niega a dejar la venta de este tipo de productos en manos del sector privado.
