Yeilis Torres Cruz, ex fiscal y activista por la democracia de Cuba, arremetió contra Manuel Henríquez Lagarde, director del portal oficialista CubaSí, por afirmar que ella nunca había terminado la carrera de Derecho, que había sido expulsada de la Universidad de Oriente por fraude y que se dedicó a la prostitución tiempo después en La Habana.
El periodista del oficialismo dedicó su editorial de este domingo a defender al prestador de televisión y reconocido portavoz del Gobierno cubano, Humberto López, pues este había supuestamente golpeado a Torres el día anterior, cuando esta lo grabó y lo confrontó saliendo de la casa de una presunta amante.
La activista rectificó al reportero desde el muro de Facebook del medio independiente CiberCuba, donde aclaró que ella concluyó su enseñanza secundaria y preuniversitaria en La Habana, no en Santiago de Cuba, por lo que cursó estudios en la Universidad de La Hbana (y no en la de Oriente), haciendo hincapié en que se graduó con honores. La respuesta estaba acompañada de un evidente cinismo, sobre todo cuando le sugiere que se informe bien, frase adornada con el hiriente apelativo «cariño».
Luego se volvió más agresiva al escribir: «Y sí, sí filmo a todo perro comunista que se preste para mentir y difamar a personas con deseos de ver a Cuba libre. Cuidado que no te agarre mi cámara, creo que si no voy a prisión me voy a volver detective. Mis saludos, cuando desees te doy una entrevista con pruebas y verás que lo que pones es falso. Uffff, verdad, se me olvidaba que tú pones lo que tu dictadura te ordena escribir».
En su artículo, Henríquez Lagarde tildó de «burda emboscada mediática» premeditada a la acción de Torres de comenzar a filmar a López a unos 30 metros de la entrada del edificio, y dado que la agresión no fue registrada por la cámara, también la acusó de no presentar «ninguna prueba de la violenta respuesta» de López contra ella.
Lo más grave, sin embargo, fue el momento en que el autor atacó varias veces contra la legitimidad y el prestigio personal y profesional de la activista.
Lagarde escribió que la «provocadora» nunca fue fiscal, sino que cursó la carrera de derecho en la Universidad de Oriente hasta cuarto año, cuando fue expulsada por fraude, y que luego llegó a la capital, donde se dedicó a la prostitución y luego a actividades contrarrevolucionarias.
Además, señaló que el periodista Humberto López es una víctima más de la de la «prensa contrarrevolucionaria», de la que se ha convertido en un «principal blanco de ataque», tratando de desprestigiar su labor profesional.
Entretanto, Torres Cruz denunció ante la Policía a su atacante, de lo que solo logró que fuera recluida a prisión domiciliaria bajo cargos de atentado, de lo que dio parte en un mensaje en su perfil de Facebook.
En el policlínico Cristóbal Labra, la ex fiscal del Tribunal Supremo fue diagnosticada con lesiones por el ataque, como laceraciones en la cara, el cuello y los antebrazos, pero no fue liberada con el certificado de lesiones que ella requirió para proceder a presentar la demanda legal.
La activista denunció además que frente a su casa se estaba organizando un grupo de acción rápida, probablemente con la intención de hacerle un mitin de repudio.
