Cada año, a pesar de las numerosas carencias que se viven en la Isla, casi todas las familias cubanas celebran el segundo domingo de mayo el Día de las Madres. Por ello, resulta tan raro que, al menos en la provincia Santiago de Cuba, las tiendas no estén repletas de personas para asegurar las provisiones y obsequios con motivo de esta celebración.

Por lo general, el día anterior a tan especial fecha, el Gobierno surte las tiendas con productos que casi nunca están disponibles, tales como perfumes, cremas, flores decorativas, ropa interior y artículos para la cocina.
La no concentración de personas este año en las tiendas ubicadas en la céntrica calle Enramadas, de Santiago, no guarda relación con las medidas preventivas para evitar contagios por COVID-19. Más bien tiene que ver con el desabastecimiento.
“Parece un chiste, pero no, es la pura realidad. Una cogiendo sol, de arriba para abajo a ver que encuentra y se topa con esto (desabastecimiento). Aquí ya no hay respeto por nadie”, se quejó una mujer en la tienda El Palo Gordo.
Lo mismo sucede en otros establecimientos como la Plaza de Marte, El Dragón, La California y El Encanto, este último sin brindar servicios hasta nuevas indicaciones.

En medio de la marcada escasez, algunos cuentapropistas se las han ingeniado para crear adornos y otros posibles regalos con precios más económicos, haciendo uso de botellas de cristal como materia prima.
“Hasta el Día de las Madres es una desgracia en este país. Esto está malo y por lo que se ve cada día se pondrá más feo. Este Día de las Madres va a ser peor que el pasado; no hay nada que uno pueda comprar”, lamentó otra santiaguera.
Por su parte, en los mercados estatales en moneda nacional, apenas se pueden encontrar vasos de metal, bebidas alcohólicas, flotadores y otros pocos artículos.


