Falleció este viernes uno de los dos niños lesionados a causa de la grave explosión provocada por una moto eléctrica dentro de una vivienda la pasada semana en Sancti Spíritus. Cris Ángel Lorenzo Hernández tenía 7 años de edad y era jimagua con otro niño (quien ya fue dado de alta).
Él fue la segunda víctima del fatídico incendio, pues su abuela (Lucy, de poco más de 60 años) murió en el acto. La sede del siniestro (ocurrido el viernes pasado) fue la casa ubicada en la calle Pancho Jiménez (antigua calle Amargura), entre Zamora y Paula, dentro del casco histórico de la ciudad cabecera.
El vehículo estaba cargando sus baterías conectado a la electricidad del hogar y explotó de pronto en la madrugada.
El director del Hospital Pediátrico José Martí, Dr. Julio César Padilla Hernández, aseguró que Cris Ángel falleció producto de las extensas lesiones: unas quemaduras «estimadas en un 20%», las que generaron complicaciones que provocaron «un distrés respiratorio».
El galeno explicó también que parte de las complicaciones fueron causadas porque el menor, según contaron testigos del siniestro, entró nuevamente a la casa detrás de su mamá cuando ella fue a tratar de sacar a la abuela.
La madre se ha mantenido ingresada en la sala de Quemados del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, así que el pequeño fue cuidado por sus tíos durante sus últimos días. El padre, por su parte, está tratando de viajar con urgencia a la isla desde Estados Unidos, país donde reside de forma permanente.
Medios oficiales han señalado que la madre del niño fue reportada este viernes como paciente «en estado crítico extremo inestable», dadas las quemaduras de 53% que mantiene y que le han generado severas consecuencias.
El padrastro de los jimaguas también resultó lesionado en el accidente, pero ya ha sido dado de alta y se recupera en su domicilio.
Un vecino comentó que no dio tiempo para hacer nada, que salieron cuando escucharon gritos y ya se veían las llamas y el humo. Relató que el hijo de Lucy intentó rescatarla pero primero evacuó a los jimaguas, y el fuego no lo dejó entrar cuando volvió para sacarla.
Vecinos y amigos de la familia generaron un grupo en la red social Facebook para recaudar ropa, alimentos y alfo de dinero en la medida de lo posible. Una de las organizadoras explicó que perdieron casi todas sus pertenencias en el incendio, el cual se extendió por gran parte de la vivienda, por lo que se agradece cualquier donación, por pequeña que sea.
Han sucedido 17 accidentes de esta naturaleza en la provincia de Sancti Spíritus en lo que va de año, según datos del Cuerpo de Bomberos, y este es el más trágico de todos los asociados a las motos eléctricas.
Las motorinas con batería de litio son cada vez más demandadas debido a la actual crisis del transporte, fenómeno que se ha visto agudizado desde que se comenzaron a vender en tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC). Alrededor de 10.000 unidades eléctricas de 21 modelos, entre motocicletas, bicicletas, motos y triciclos, se han vendido en el último año.
Los incendios relacionados con estos medios de transporte han mostrado una escalada en la isla, lo que se puede evidenciar en un informe del Ministerio de Interior de 2019, en el que se registraron 208 incendios de motos eléctricas con batería de litio, 164 de ellos graves y 44 leves, y todos reportaron graves daños en inmuebles aledaños.
Entre las principales causas de incendio, según estudios llevados a cabo por los bomberos, se encuentran actos imprudentes al cargar las motos eléctricas, como emplear cargadores inadecuados, la fabricación ilegal de baterías de litio, dejar el cargador de la batería de litio conectado sin el correspondiente control, reemplazar dispositivos originales de la moto o no enfriar la moto antes de cargarla.


