Los edificios del Hoyo del Micro 7, en Santiago de Cuba, se encuentran inundados por pestilentes aguas albañales que propician la acumulación de basura, el criadero de mosquitos y las condiciones insalubres, perfectas para la aparición de enfermedades en esa comunidad.
Mirta, vecina de uno de los apartamentos más próximos a la «zanja/vertedero improvisado», aseguró que nadie se ha preocupado nunca por la rotura de la acera, pues efectivos de Comunales llegan de vez en cuando, dan 2 palazos y dan por resuelta la jugada.
Soraya se atrevió a comentar que los vecinos de la intersección de la Avenida de Los Pinos y el tramo que conduce a la Sala Polivalente, deben «salir con zancos y patas de rana para no enfangarse los pies en el lodazal» que permanece en la locación.
Radamés y Albita alegaron que los repartos Sevilla y Siboney llevan 60 días sin suministro de agua, por lo que la población se ha visto obligada a pagar 100 y 150 pesos por el barril.
Erasmo afirmó que la situación de Flores y Chicharrones es diferente, pero igual de difícil, pues las autoridades pertinentes llevan una semana entera fumigando para eliminar los mosquitos luego de que comenzara el brote de dengue de cada año en Cuba, ya que llevaban 8 meses sin hacerlo.
Carlos, por su parte, se refirió a los grandísimos vertederos del reparto Sorribe, algo que han informado y protestado los vecinos en numerosas ocasiones, pero que a ninguna autoridad importa porque no se trata de COVID-19 o de módulos de bienes que llegan a la bodega.

En la calle Trocha, además, se puede pasar más de 15 días sin que nadie recoja los desechos sólidos, según el testimonio de Lesbia, y este problema se viene arrastrando desde 2018.
Dania, residente en Santa Ursula, lamentó que a su nuera le hayan tenido que interrumpir el embarazo porque se contagió con zika. Aseguró que en las calles de su barrio abundan los animales muertos, los escombros, las botellas sucias, los nailon de pollo y otros desechos.
Nadie confía en que el problema se solucione, de acuerdo con las declaraciones de habitantes de los barrios de Altamira, Indaya, el Camino de La Isla y Antonio Maceo, los que están infestados de mosquitos Aedes Aegypti y ratones, y la gente ha comenzado a optar por quemar los vertederos con regularidad para eliminar los desperdicios.
Mientras, el diario provincial Sierra Maestra se entretiene listando las necesidades de las Empresas Comunales y la de Aguas y Alcantarillado de Santiago de Cuba, en donde los funcionarios se desentienden de la completa ausencia de higiene que preocupa y atenta contra la salud de los residentes del municipio cabecera.
El diario, bajo el titular «De aguas y recogida de desechos sólidos», sentenció que solo 11 de los 52 carros cisternas o pipas de agua están aptos para su uso, y son 23 de 80 los carros especializados que se encuentran habilitados para cumplir la tarea de limpiar fosas y alcantarillas.

La reportera Milagros Alonso admitió, en referencia a los ciclos de distribución de agua, que dicha labor tiene un margen de 60 días y más en el Puerto de Boniato, Siboney y Calentón, cuando el Estado invirtió más de 200 millones de dólares hace menos de una década en función de que la ciudad tuviera un suministro diario.
Aun con la sequía crónica de este territorio, la población tendrían distribución por un periodo de dos años debido a la capacidad de embalse de agua, la cual se encuentra por encima del 80%, según información oficial, lo que irrita a los habitantes porque la realidad es muy diferente.
La ciudad entera tiene afectaciones de salideros de agua, que de acuerdo con lo publicado por el Sierra Maestra, «se corrigen entre 35 y 45» al día, información que resulta inverosímil, así como que se «resuelvan 42 obstrucciones por jornada», ya sea de forma manual y mecanizada.
El órgano del Partido Comunista provincial continuó reportando que solo funcionan 16 de los 43 tractores y equipos recolectores de basura, afectaciones que deben al déficit de combustible, piezas y neumáticos, aunque no se mencione que la falta de mantenimiento ha destruido más de un camión.
Por ello, proliferan los vertederos, que son demasiados para ser apaleados por carretas de tracción animal y que dificultan la situación epidemiológica en tiempos de coronavirus.
La higiene, limpieza y salud dañadas a causa de problemas en el manejo de residuos sólidos constituye un conflicto que afecta a toda la isla, algo que fue señalado por Mildrey Granadillo De La Torre, viceministra del Ministerio de Economía y Planificación, en la Comisión de Salud y Deporte de la Asamblea Nacional del Poder Popular, lo que fue reseñado por Granma.
La subtitular recalcó que en el país existen 841 vertederos y 190 centros de procesamiento de residuos urbanos, que reciben constantemente quejas de la población a raíz del mal uso de los equipos y la pésima organización.


