La nueva del ministro cubano de las tripas!! Dice que la Industria Alimentaria en la isla ha aumentando las ofertas cárnicas a la población

El ministro de la Industria Alimentaria de Cuba, Santiago Sobrino Martínez (el mismo de los famosos memes sobre las gallinas decrépitas y las tripas de cerdos), aseguró este viernes desde su cuenta de Twitter que el país ha experimentado un incremento de las ofertas cárnicas en el mercado nacional, cuando el contexto nacional evidencia una terrible crisis económica que ha provocado una escasez de alimentos casi comparable con la del Período Especial de los años 90.

Adjuntó una serie de imágenes sobre una visita que realizó, junto a otros directivos, a una fábrica de picadillo, hamburguesas y embutidos.

En su mensaje, alegó que Bravo SA 19, empresa mixta productora y comercializadora de cárnicos y conformados, ha estabilizado sus producciones y ha aumentado sus ofertas para el mercado nacional, resaltando que esto ha sido un resultado de la «correcta implementación de las directivas correspondientes a la Tarea Ordenamiento».

Mientras, lo único que se ha incrementado en el país es la frustración de la población cubana que se ve inmersa en una profunda crisis alimentaria, que ha dejado desabastecidos todos los mercados posibles.

La oferta de cárnicos es aún más crítica, pues la población lleva mucho tiempo sin probar la carne de res o la de cerdo, conformándose con pollo o subproductos.

Una madre de familia aclaró que la única oferta constituye pollo, picadillo y perro; que el resto de los productos han desaparecido.

Una trabajadora de la construcción, por su parte, lamentó que no llegue casi variedad a la carnicería, a excepción de media libra de pollo, y recalcó que «con eso no se puede hacer nada», por lo que sobrevive adquiriendo alimentos a sobreprecio.

El Gobierno cubano, atravesando una grave situación económica, aprobó un paquete de 63 medidas para incentivar la producción alimentaria.

Entre ellas se destaca el permiso para los campesinos de realizar operaciones de compra-venta de carne de ganado menor y mayor, cumpliendo antes con los compromisos de entrega acordados con el Estado y garantizando que no disminuya la masa ganadera.

La comercialización de carne vacuna, un tabú para la población cubana durante decenas de años, arriba en el momento en que la industria agrícola de la isla exhibe claros síntomas de decadencia, provocada por la mala gestión y las políticas fallidas del Estado. Este se dedicó más en esos años a obstaculizar el desarrollo de las fuerzas productivas que a asegurar comida para el pueblo.