Cuba envió a un grupo de 24 ingenieros que llegaron este lunes a Sudáfrica para apoyar la tarea del departamento de Aguas y Saneamiento de solucionar los problemas de infraestructura del país.
Esta misión internacionalista forma parte de los acuerdos de cooperación entre ambos países, los que se firmaron por primera vez en 2013 y que se renuevan de forma cíclica. El último contingente de este tipo que Cuba envió, aterrizó en Pretoria en agosto pasado.
La entidad sudafricana refirió en un comunicado de prensa que estos especialistas «asistirán como asesores a nivel provincial y local en todo el país», para guiar las decisiones teniendo en cuenta sus conocimientos en la gestión de proyectos y en la ingeniería mecánica, eléctrica y civil.
La nota agregó que estos profesionales asumirán responsabilidades como «la exploración práctica del uso sostenible de los recursos hídricos», «la planificación estratégica de los recursos», y «el mantenimiento y la gestión del suministro de agua y la infraestructura de saneamiento».
Pese a la constante colaboración entre ambos países con este tipo de recursos, sus infraestructuras continúan hallándose en muy pobre estado, lo que sugiere que el empleo de ingenieros cubanos ha sido en vano.
Estos acuerdos de cooperación han generado gran ira en el gremio africano, pues en 2015 llegaron 37 ingenieros al país sudafricano a ocupar plazas de trabajo en comunidades rurales que trabajadores competentes de ese país habían solicitado.
El Ministerio de Asuntos Hídricos y Saneamiento explicó en aquel entonces que el costo de importar a los cubanos era de 5 millones de dólares anuales, y el Instituto Sudafricano de Ingenieros Civiles no tardó en elevar una queja por su evidente mala gestión del capital humano y financiero del país.
Durante los últimos 20 años, el gobierno sudafricano ha estado empleando a maestros, médicos e ingenieros cubanos. Sin embargo, parece haber muy poca, si es que hay alguna, evidencia empírica de que los cubanos hayan hecho una contribución significativa que los médicos, maestros o ingenieros locales no podrían tener.
Con la pandemia del coronavirus dos meses después, un contingente de 200 médicos de la brigada Henry Reeve para luchar contra la pandemia, compuesto por 85 médicos, 20 enfermeros y 111 profesionales de la salud de distintas áreas.
Sin embargo, los acuerdos de intercambio médico entre Cuba y Sudáfrica comenzaron en 1997 y se extienden desde el envío de profesionales al país africano, la compra de medicamentos a BioCubaFarma y la formación de sanitarios en la Cuba.
Los estudiantes en Cuba llevan un muy mal año desde que llegó el COVID-19 a la isla, pero desde la Tarea Ordenamiento no parecen poder aguantar más pues la vida se les ha encarecido mucho, además de la escasez de alimentos y otros productos y los cambios de moneda.
La precaria situación de los becados en la isla fue reflejada por un periódico sudafricano en marzo, por lo que el Gobierno de dicho país se vio obligado a enviar comida después de que las respectivas familias también enviaran provisiones.
