A solo horas de asumir su cargo con nuevo Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), Miguel Díaz-Canel ha comenzado a realizar movimientos políticos dentro de la cúpula de poder en el país.
A propuesta suya, bajo su función como presidente de la República se «liberó» de su cargo al hasta ahora vice primer ministro Roberto Morales Ojeda, explicando que este pasaría a realizar una «actividad profesional» en las filas del PCC, pues fue elegido el pasado lunes como parte del Buró Político de esta organización.
Su puesto será ocupado desde hoy por Jorge Luis Perdomo Di-Lella, quien ocupaba desde 2018 y hasta ahora el cargo de Ministro de Comunicaciones.
De igual forma, se promovió al cargo de Ministra de Comunicaciones a Arevich Marín, la cual ocupaba la responsabilidad de Presidente Ejecutiva de la Empresa de Telecomunicaciones ETECSA desde 2011.
Estos movimientos se suman a los ocurridos durante las ultimas semanas, cuando se conoció sobre la destitución del Ministro de Agricultura y el nombramiento de un nuevo Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarios.
También se conoció ayer sobre la salida del circulo principal de poder de Marino Murillo Jorge, el llamado Zar de las reformas, quien al parecer le pasó la cuenta la Tarea Ordenamiento, que fue critica su implementación por el propio Raúl Castro en su discurso de despedida como Primer Secretario del PCC, asegurando que las personas encargadas de llevarla adelante se extralimitaron en las decisiones tomadas.
Ahora, Díaz-Canel es el dirigente que concentra las mayores cotas de poder institucional en Cuba. Aunque no está claro que vaya a concentrar el poder real.
Hasta el momento, ha sido un gobernante bajo custodia de sus mayores. No pudo quedar más claro cuando el pasado diciembre anunció una histórica reforma monetaria en la televisión estatal flanqueado por un silente Raúl Castro.


