La famosa telenovela brasileña ‘Mujeres Ambiciosas’, actualmente transmitida en horario estelar por Cubavisión, fue víctima de la censura de una de sus escenas, donde se podía ver un beso entre dos mujeres. La Televisión Cubana ha asegurado no ser responsable de dicha censura.
Según lo publicado en su página oficial, titulada «Cubavisión El canal de todos», la entidad apuntó que la versión que fue ofertada a la cadena estatal cubana por parte de la productora brasileña (y posteriormente comprada) no contenía originalmente la polémica escena.
Los trabajadores del propio canal manifestaron que ellos también se han hecho preguntas parecidas, como por qué esta escena fue eliminada, cuántas versiones de la novela han producido y ofertado a los distintos clientes, si la versión ofertada depende de la cultura de tolerancia del país al que se emite, etc.
Señaló también que sí es conocido que las grandes productoras diseñan sus contenidos de acuerdo a los diferentes públicos y los adaptan.
La novela originalmente titulada «Babilonia» difiere en título y en tema de presentación en sus diferentes versiones, y Cubavisión lo quiso señalar.
No quiso cerrar el comunicado sin esclarecer que su entidad «respeta la diversidad sexual y no censura el contenido audiovisual relacionado con la libre expresión de afecto entre las personas», y que la omisión del beso lésbico entre los personajes de Teresa y Estela (interpretadas por las respetadas y famosísimas veteranas Fernanda Montenegro y Nathalia Timberg) no había quedado de su parte.
José Alejandro Esteve Santos, estudiante de Medicina, se mostró muy indignado y publicó en su muro de Facebook un mensaje público a la Asamblea Nacional de Cuba, la Fiscalía General de la República y el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).
Cuestionó el repetido accionar del ICRT censurando besos entre dos artistas en un espacio estelar televisivo como la telenovela brasileña, burlándose, a la vez, de los artículos 41 y 42 de la Constitución.
Esteve opinó, ante la respuesta dada por la entidad, que se debía utilizar el momento para exigir una postura más coherente con la realidad y mayor visibilidad.
El joven, quien trabaja en la revista Alma Máter, señaló que no es suficiente con no censurar, pues la televisión tiene un objetivo social educativo que debería «intencionar contenidos y estimular debates necesarios y sanos.
El ICRT tuvo que ofrecer disculpas públicas en marzo del pasado año por cortar una escena de la película «Love, Simón», exhibido en el espacio Pensando en 3D.
La entidad precisó, en una nota de prensa, que la omisión de la escena no se debió a posiciones homofóbicas, aunque el motivo oficial no fue desvelado; el organismo se limitó únicamente a comunicar que la cinta cinematográfica sería íntegramente retransmitido en el próximo programa.
La presión de los activistas cubanos provocó que los funcionarios del sector cedieran, especialmente luego de que los indignados defensores de los derechos de la comunidad LGTBI+ se citaran frente a la sede del edificio en forma de protesta.


