Según las denuncias de los familiares de una bebé recién nacida que falleció recientemente en Guantánamo, la muerte de la pequeña se debió a una presunta negligencia médica por parte del personal del Hospital General Docente “Dr. Agostinho Neto” de la provincia.
Con la denuncia de este martes, suman 3 los descensos neonatales ocurridos en menos de una semana en el mencionado centro hospitalario cubano.
Dariuska Quinta, tía de la niña por parte de padre, contó en Facebook que fue su cumpleaños en el día de la publicación y que ella no lograba estar feliz en su jornada especial porque su sobrina acababa de fallecer el día anterior por una negligencia médica de esa institución.
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La guantanamera relató que su cuñada, Nadiana Fonseca, estuvo sufriendo de «presión alta, dolor en la parte izquierda de la barriga y hemorroides» cuando aún faltaban algunos días para el parto, por lo que el padre de la niña solicitó a los doctores que la atendían que valoraran practicar una cesárea en vez de un parto natural, pero aseguraron que eso era una reacción normal y que debía parir.
Dariuska contó entonces que la joven comenzó a segregar un líquido verde y a experimentar dolores muy agudos, por lo que la subieron a preparto. Allí la examinaron y determinaron que se trataba de un flujo vaginal común y la devolvieron a la sala. Aún cuando continuó segregando aquel líquido por 3 días, los especialistas alegaron que se trataba de una reacción usual.
La cubana también señaló que una enfermera de guardia del salón de parto, preocupada por sus síntomas, se negó a trasladar a Nadiana de vuelta a la sala al segundo día de ingreso. De igual forma, el médico insistió en que constituía una sintomatología normal y le ordenó ejecutar el traslado.
Dariuska explicó entonces que “cuando los dolores del parto llegaron y la bebé nació entonces los médicos se dieron cuenta de que el líquido verde era porque la niña hacía tres días se había hecho caca dentro de la barriga y había comido”.
Dariuska refirió que Nadiana perdió el conocimiento en el momento del parto y, al despertar, la gravedad del estado de salud de su hija recién nacida no le fue comunicada por parte del personal médico, alegando que querían prevenir una subida drástica de su presión. La niña iba a ser bautizada como Vanesa.
Vanesa llegó al mundo el 11 de abril y fue intubada y trasladada a la sala de terapia de inmediato. Los procedimientos no tuvieron éxito, y la nueva miembro de la familia falleció en menos de tres días.
Nadiana, de 24 años y con dos hijos pequeños, sabía que sucedía algo extraño en el embarazo al comenzar a sufrir de dolor abdominal, hemorroides y presión alta, a decir de Dariuska, quien agregó que toda la familia está muy afectada por la muerte de la infante.
El padre de Vanesa trató de reclamar a las autoridades médicas sobre el deceso de su bebé y solo consiguió como respuesta que esperara un período de un mes “para verificar cuál fue el procedimiento empleado” por parte de los directivos de Salud Pública en la provincia.
Además, la cuñada recalcó que no se ha logrado localizar la historia clínica de Nadiana, y que los responsables del asunto están siendo encubiertos por la directora del hospital.
El Dr. Alexander Jesús Figueredo Izaguirre compartió la denuncia, y recriminó las “iatrogenias médicas y falta de todo tipo de valores éticos e hipocráticos” en el caso.
Otro familiar de la lactante comentó que hubo otra muerte de un bebé en la familia hace tres o cuatro meses, y ocurrió en el mismo hospital, pero no denunciaron el caso «por miedo», razón por la cual pasó inadvertido el hecho.
Dos lactantes recién nacidos fallecieron el pasado 7 de abril en el servicio de neonatología del mismo recinto médico guantanamero, y otros cuatro requirieron de ventilación mecánica luego de habérseles administrado un antibiótico.
Reportes sobre la muerte de los bebés el pasado 7 de abril fueron comunicados por el Ministerio de Salud Pública, organismo que aún no se ha pronunciado respecto al caso de Vanesa.
