Este lunes se cumplen dos años desde que dos médicos cubanos en Kenia, (en una región fronteriza cercana a Somalia) fueran secuestrados por fuerzas aún indeterminadas. El Gobierno cubano, en este tiempo, no ha hecho otra cosa que mantener bajo fuerte hermetismo toda la información relacionada al hecho, siempre alegando que están en medio de «gestiones» (hasta ahora fallidas o inexistentes) para regresar a los cubanos.
Se desconoce la situación real de los doctores Landy Rodríguez y Assel Herrera Correa, luego de 24 meses de cautiverio y un (falso o fallido) anuncio de liberación dado a inicios del pasado mes de octubre.
Ni el Gobierno de La Habana ni el de Nairobi han ofrecido demasiadas actualizaciones al respecto, solo se han limitado a anunciar conversaciones puntuales con sus respectivos homólogos con una efusividad que pareciera que ya los liberarían.
El Gobierno de La Habana no se ha referido al caso de secuestro desde el 25 de febrero de este año, cuando José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, declaró que había conversado por vía telefónica con el ministro de Salud de ese país, Mutahi Kagwe.
Las mismas declaraciones oficiales se han dado una y otra vez desde que se dio el rapto, el 12 de abril de 2019. Da igual lo que aleguen, el regreso seguro de los doctores cubanos a la isla no parece ser próximo, y, verdaderamente, estas declaraciones no hacen más que dejar en duda si el Gobierno cubano mantiene verdadero conocimiento sobre la situación de los cubanos secuestrados, si continúa siguiendo o ha logrado seguir alguna vez su rastro; es la típica frase que cualquiera que no tiene ni idea de dónde están ni quién los tiene diría.
Cyrus Oguna, portavoz de la administración keniana, aseguró en octubre pasado que conocían que los médicos estaban vivos, pero se rehusó a dar mayor detalle «por la sensibilidad de la situación y también para no comprometer los planes en curso».
Señaló que todas las fuerzas de la Unión Africana en Somalia estaban inmersas en la tarea de regresar con vida a los cubanos.
Hace seis meses pidió «paciencia» a los familiares de los secuestrados, reconociendo que es «desafortunado que esto esté durando tanto».
Assel Herrera Correa y Landy Rodríguez llegaron a Kenia gracias a un acuerdo bilateral en 2018 como parte de un contingente de un centenar de profesionales.
El acuerdo, pese al evidente peligro que conlleva, fue renovado hasta el pasado diciembre de 2020.
El último trato entre Portal Miranda y su homólogo keniano sobre los médicos bajo secuestro, abordó una evaluación de «la colaboración médica entre ambos países, y sus proyecciones».
El ministro de Kenia reiteró, de acuerdo con declaraciones de Portal Miranda, «el interés por la colaboración cubana, y agradeció por el trabajo de los especialistas de Cuba en Kenia y por los estudiantes que se forman en Cuba».
Por decisión de Nairobi, gran parte de los galenos isleños que practicaban en zonas kenianas fronterizas con Somalia fueron trasladados hacia regiones menos peligrosas; sin embargo, ni siquiera un secuestro cuyas negociaciones han durado más de dos años ha impedido que continuara llegando personal de la Salud cubano a Kenia, como los 20 especialistas que arribaron recientemente a Kenia para contribuir a la lucha contra el coronavirus.
Alrededor de 9.220 dólares estadounidenses mensualmente le cuesta a Nairobi cada uno de los 100 cubanos que ejercen ahí desde 2018, reflexión aportada por el periódico keniano Nation, cuyo 75% va para las arcas del Gobierno cubano.
Y entregar sus salarios no es únicamente a lo que someten los trabajadores médicos en las misiones, ya que también viven bajo fuerte vigilancia y restricción de sus libertades fundamentales, lo que la ONU ha alertado podría constituir formas de «trabajo forzoso» y «esclavitud moderna».
