La Cadena de Tiendas Caribe confirmó que la céntrica y conocida tienda La Isla de Cuba, en el Parque de la Fraternidad de La Habana, volvió a abrir el sábado 3 de abril en la modalidad de venta en Moneda Libremente Convertible (MLC).
El sorpresivo cambio en la reapertura del comercio, con cita en Monte No. 55 y que solía generar grandísimas colas para comprar en CUC el año pasado, ha generado gran malestar entre los habaneros.
Resulta evidente que la tendencia creciente de la red de tiendas en MLC podría llevar a la casi total dolarización de la economía cubana, y la población no para de preguntarse cuál será “la próxima víctima”.
Desde que comenzó a rondar el rumor del cambio de modalidad de venta de esta tienda en redes sociales, los cubanos no pudieron parar de quejarse a cerca de la cada vez más baja disponibilidad de recursos en CUP, única moneda que circula en el país en término de salarios.
La nueva inauguración de este establecimiento comercial en MLC se suma a la de otra céntrica tienda, La Época, la que causó grandísimas colas y hasta despliegue policial desde el día 8 de marzo.
La ampliación de la red estatal de comercialización en MLC resulta preocupante, pues a ellas solo pueden acceder aquellos que reciben remesas en dólares desde el exterior, por lo que esta política es realmente rechazada por el pueblo cubano.
Ante la gravísima crisis económica que vive Cuba (empeorada por la llegada de la pandemia de coronavirus) y la necesidad imperiosa y desesperada del Gobierno por recaudar divisas extranjeras a toda costa, se anunció la apertura de 72 establecimientos de este tipo en julio de 2020.
Pese a que las autoridades de la isla han asegurado que la habilitación de tiendas en MLC sería una medida transitoria y de capacidad reducida, sin abandonar el suministro y la atención a los establecimientos de venta en CUP, la realidad indica que la moneda nacional ha sido totalmente desplazada y la única prioridad en estos momentos para el Estado es suministrar mercancías a las tiendas en dólares.
Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y titular del Ministerio de Economía y Planificación, afirmó que las tiendas dolarizadas constituían una medida provisional.
En comparecencia televisiva en el programa Mesa Redonda correspondiente a octubre del pasado año, sostuvo que se trataba de una «medida transitoria», necesaria aunque no deseable para la población y que se ajusta al contexto del país, el cual precisa de liquidez de divisas, pero la realidad no parece ajustarse a su declaración, dada la creciente apertura de nuevos establecimientos de este tipo.
Gran parte del pueblo cubano reclama, sobre todo vía redes sociales, el cierre de estos puntos de venta, recordando insistentemente que la mayoría de los cubanos no tiene acceso alguno a monedas extranjeras, agenda que hasta los manifestantes del Movimiento San Isidro, incluyeron entre sus demandas.
Sin embargo, tal parece que estas tiendas se convertirán en la única alternativa de compra en el país.
Una internauta comentó en Facebook, al reabrirse la Isla de Cuba, que la situación es muy triste, incluso cuando ella puede alcanzar a comprar en las unidades comerciales en MLC porque recibe dinero de familiares en el exterior. Sentenció que la mera idea de estas tiendas constituye una «gran falta de respeto al país y a los trabajadores que dependen de un salario y no tienen quien les mande nada».
Un cubano mencionó indignado un reciente episodio en el que se topó con la venta en dólares de productos de la empresa cubana Cepil en Una ferretería en MLC en Ciego de Ávila, porque ya le pareció el colmo que artículos de producción nacional se integraran a la lista de compras inaccesibles.
No obstante, Cepil no es la única de su caso. La Industria la Nacional Productora de Utensilios Domésticos (INPUD) comercializa cocinas de horno eléctricas y a gas en tiendas en divisas de Villa Clara.
Todo tipo de productos se venden ya en estas instancias, entre los que se encuentran fertilizantes, imprescindibles para los agricultores, y piezas de repuesto para autos, sin los que los taxistas no pueden mantenerse funcionando, tanto estatales como privados.
Otro usuario ironizó, al respecto de los supuestos 72 establecimientos en MLC que se comentaron como los únicos en la Mesa Redonda, que igual querían decir 72 por municipio. Y si es así, ya para nadie va a resultar una sorpresa.
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