El popular humorista cubano Ariel Mancebo, quien desde hace varios años radica en la ciudad de Miami, utilizó sus redes sociales para lanzar polémicas declaraciones sobre el rapero contestario Maykel Osorbo, luego que durante las ultimas horas circulara de forma viral el video donde se muestra frente a un grupo de vecinos del barrio de San Isidro, en La Habana Vieja, cantando la canción ‘Patria y Vida’ frente a una patrulla de la policía que amenazaba con llevarlo detenido.
Osorbo, quien ha ido de frente junto al Movimiento San Isidro (MSI) contra el Gobierno, se puede ver en las imágenes que compartimos en nuestro propio blog en la mañana de hoy coreando parte de una canción de Los Aldeanos, en las que ante el grito de ‘Díaz-Canel’, las personas respondía ‘singao’.
La actitud del rapero, sin embargo, no le pareció para nada un acto de disidencia a Mancebo, quien a pesar de admitir que son unos «cojonudos», afirmó que más bien parecían «guapos» y no opositores.
«El problema grave que yo tengo con los de San Isidro y su discurso es que me causan más miedo que respeto», escribió en su post el humorista.
«Son cojonudos, ahí no hay discusión. Miedo no tienen. Pero su actitud es de guapos no de disidentes. Su protesta no es patriótica, es marginal y agresiva», agregó.
Para rematar, calificó de «guapo en medio de una bronca» a Maykel Osorbo, por la forma en que estaba vestido y de la que se comportó cuando hizo frente a los oficiales de la patrulla.
«Sí, ya sé que no todos puede ser cómo José Martí y Oswaldo Payá, pero alguien que camine dando saltos como si fuese un guapo en medio de una bronca, sin camisa, gesticulando a más no poder y gritando ‘Díaz-Canel singao’, es más carne de presidio que líder», concluye en su post Mancebo.
Pero no le bastó, y en otro post publicado solo unas horas después, tras recibir las reacciones de decenas de internautas que le criticaron, respondió a todos aquellos que defendieron a los integrantes del MSI.
«Lo que más me preocupa de este fenómeno de San Isidro es que ya he leído a varios cubanos argumentar que no importa que sean marginales y que su discurso no llegue a los cubanos más preparados. Mientras logren el apoyo de los marginales le crearán un problema a la dictadura. Y ahí es donde esto se complica. No solo le crearán un problema al gobierno: crearán dos problemas al mismo tiempo porque los marginales unidos pueden ser peor que 10 dictaduras cubanas. Y cómo hay marginales en Cuba», escribió.


