El Ministerio de Justicia de Argentina envió un solicitud diplomática al Gobierno cubano para solicitar información del patrimonio que podría haber quedado del fallecido astro del fútbol Diego Armando Maradona, con el objetivo de recabar información en el marco del expediente sucesorio que por ahora tiene cinco herederos.
Según los reportes de la prensa local, el exhorto diplomático fue enviado por las fuertes sospechas que hay sobre la existencia de activos a nombre del astro argentino.
El pedido es dirigido a tener información sobre la existencia de cuentas en entidades bancarias, financieras, cajas de seguridad, títulos o bien cualquier activo que esté a nombre de Diego Armando Maradona en la mayor de las Antillas.
Hasta el momento, parte de la fortuna que está para ya repartir entre los cinco herederos declarados son vehículos de alta gama y propiedades, pero las fuentes consultadas aseguran que la mayor parte de los activos está fuera de la Argentina.
Cuando se habla de Diego Armando Maradona y Cuba muchos rápidamente lo asocian a la amistad que le unió con el fallecido Fidel Castro o los años locos de su supuesta rehabilitación a las drogas que lo mantuvo durante cinco años viviendo en La Habana, pero disfrutando de desenfrenadas fiestas y cuestionables orgías en La Pradera, el centro médico que lo había recibido para realizar su tratamiento.
Sin embargo, pocos creen o saben que el gran ‘Pelusa’ había invertido en las ultimas décadas millones de dólares en la mayor de las Antillas y que poseía un lujoso apartamento en el elitista barrio de Siboney, en la capital del país.
Aunque se desconocen los detalles de las inversiones realizadas en Cuba, su abogado Matías Morla reveló que este poseía la propiedad de un lujoso hotel cinco estrellas en La Habana, pero sin dar el nombre específico de la instalación.
Su fallecimiento deja en el aire unos 75 millones de dólares, y según varios portales especializados en finanzas, tendría propiedades en Cuba, Italia y Argentina y se dice que cuando estuvo dirigiendo en Dubái aceptó bienes inmuebles y costosos regalos como parte de su salario.
