Dado el súbito decaimiento del turismo foráneo en Cuba luego de la llegada de la pandemia de coronavirus y la incertidumbre sobre la reactivación de dicha industria, el Gobierno cubano pretende incentivar el turismo nacional.
Manuel Marrero Cruz, primer ministro cubano, hizo hincapié en la necesidad de diseñar una nueva propuesta de estrategia para potenciar el turismo de cubanos en la isla.
El funcionario, durante una reunión destinada a analizar las prioridades de la industria turística cubana en este 2021, enfatizó en la oportunidad que representa este momento de inactividad para evaluar todo, replantearse nuevas ofertas y nuevas estrategias y modificar identidades visuales, para lograr una mayor personalización del servicio en referencia al cliente.
Reconoció que existen muchos errores y malas prácticas que corregir, como lograr mayor accesibilidad financiera y magnetismo en las ofertas, mayor calidad de los productos y servicios, y un mucho mejor trato al cliente e higiene en las instalaciones turísticas.
Los establecimientos turísticos cubanos llevan años arrastrando graves problemas de higiene y desatención. Las redes sociales se encuentran plagadas de comentarios negativos sobre los hoteles de los destinos turísticos más importantes de la isla, alegando que las instalaciones con categoría de 5 estrellas se inundan de mosquitos, cuentan con una deficiente climatización en las habitaciones, se deben hacer largas colas para acceder a sus restaurantes y para registrarse en el hotel, carecen de atención médica y muestran una actitud evidentemente discriminatoria hacia el turismo nacional. Sus precios, además, resultan bastante caros.
El representante reiteró la importancia de la “participación del mercado interno” en los esfuerzos conjuntos por revitalizar el turismo nacional, así como en el desarrollo del comercio electrónico.
Sin embargo, no se detalló si será en CUP o en MLC el pago por estos productos y servicios, ni tampoco se mencionaron métodos de pago autorizados para las transferencias en este caso.
Lo cierto es que no sería nada extraño si anunciaran que el servicio estaría dispuesto para pagar con tarjeta magnética desde el exterior, como ya ocurre en otras aristas del turismos y el comercio.
Las nuevas estrategias para recaudar monedas fuertes, en aras de compensar las pérdidas que ha representado para la isla la baja del turismo internacional, contemplan acciones propuestas por Marrero Cruz, entre las que se destaca dinamizar “la manera de comercializar los productos turísticos”, enfatizando a los cubanos residentes en la isla como centro de la estrategia en el sector a corto plazo.
En 2019 ya se venían mostrando cifras que indicaban un desplome del turismo hacia Cuba, puesto que en enero de 2020 se anunciaba una caída del sector en un 20% luego de las sanciones impuestas por el gobierno norteamericano. La pandemia no hizo más que agudizar los problemas que subyacían tiempo atrás, para proyectar un panorama fatídico en la segunda mayor fuente de ingresos de Cuba.
A la vez que sesionaba la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 24 de febrero de 2008, Raúl Castro comunicó que se terminaría la época caracterizada por el “exceso de prohibiciones y regulaciones” al pueblo cubano, lo que repercutió en que solo semanas después, ya los cubanos podrían alojarse en hoteles nuevamente y solicitar otros servicios y productos reservados para los extranjeros.
Quince años pasaron para que los cubanos volvieran a ser dotados de estos derechos, dado que el fenómeno prohibitivo, admitido por el propio gobernante, había causado grandes pesares en la población.
