El sitio web del medio oficialista Escambray, de Sancti Spíritus, reconoció en un reportaje audiovisual publicado este viernes que la tasa de cambio fijada por el Gobierno cubano de 24 CUP por 1 USD no es realmente utilizada en el mercado informal cubano.
La pieza estuvo dedicada a la advertencia emitida recientemente por el Banco Central de Cuba sobre el aseguramiento por parte de los usuarios que vayan a transferir saldo entre tarjetas en Moneda Libremente Convertible (MLC) de que el número de la tarjeta de destino comiencen por 9225, porque, de no ser así, el monto se enviaría a una cuenta bancaria en Moneda Nacional con el cambio a la tasa ofical.
El reportaje, dicho esto, se refirió a la tasa de cambio que se cotiza actualmente en el mercado negro, un valor que oscila entre los 48 y los 50 CUP (con tendencia al crecimiento).
Pese a que hubo una acotación en la que se criticaba severamente esta práctica, el audiovisual señaló que el sistema bancario nacional parece conocer de esto y advertir que el error de transacción mencionado podría perjudicar gravemente a los usuarios y hacerles perder dinero.
El propio Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, alegó al inicio de la implementación de la Tarea Ordenamiento (en enero) que resultaba imprescindible combatir la venta ilegal de divisas.
La historia, que recoge la verdadera situación que viven los cubanos, solo destacó que es comprensible la comercialización de divisas en el mercado negro porque los bancos no tienen liquidez para vender monedas extranjeras a la población, y esta las necesita para poder abastecerse en medio de esta gravísima crisis económica, por lo que no hay otro remedio que recurrir al mercado paralelo.
Historias similares no suelen verse incluidas dentro de publicaciones de demás medios del oficialismo como Granma o Juventud Rebelde.
Se justificó esta práctica ilegal con el serio desabastecimiento que existe en la red minorista estatal en CUP, lo que ha causado que los cubanos que no tienen acceso a remesas desde el extranjero (la mayoría de la población, de hecho) se vean obligados a comprar dólares «por la izquierda» para ir a comprar los bienes de primera necesidad en las tiendas MLC.
Eso sí, la venta ilegal de divisas es tan común y ha llegado a estar tan normalizada que no es necesario ser demasiado discreto para llevarla a cabo. Solo basta realizar un leve búsqueda por redes sociales y otras plataformas web para encontrar cientos de anuncios en todas las modalidades y en todos los municipios.
La presentadora concluyó que el trapicheo debe terminar cuando el banco tenga divisas disponibles y a los cubanos les sea posible ir a comprarla, o cuando los productos que la población necesita se vendan en moneda nacional, lo que quisiera que no demore demasiado.
Los usuarios también demostraron estar plenamente conscientes de las constantes contradicciones en el país, como un internauta que comentó la verdadera pena que constituye que la prensa cubana no publique nada sobre las opiniones de cuatro grandes economistas cubanos, ya que son opuestas a las del ministro Alejandro Gil y de Marino Murillo, que parecen sentirse muy optimistas respecto a sus reformas. Achaca, además, que el problema subyacente es burocrático, pues hay «demasiados dirigentes ocupándose de la alimentación y no resuelven nada».
El diario Escambray pasó por una situación similar hace un año, al publicar sobre un crucero europeo que llegó a Trinidad en busca de ayuda, cuando aún no había señales de dispersión de coronavirus en la isla. El artículo fue retirado de la página al día siguiente.
En 2019, el mismo medio discutió, en un largo reportaje, las dificultades que afrontan los productores nacionales para lograr un contrato de abastecimiento al turismo, haciendo referencia a claros fallos en el sistema.
