Pese a que el candidato vacunal cubano más avanzado y publicitado contra el coronavirus, Soberana 02, todavía este transitando por la Fase III de sus pruebas clínicas y que todavía no haya sido aprobada por el CECMED, el organismo médico correspondiente a otorgar esa autorización, las «vacunas cubanas» ya tienen canción.
La campaña propagandística desplegada para alabar el propio desempeño de las entidades estatales vinculadas al enfrentamiento a la enfermedad y al desarrollo de antídotos contra ella, también pretende atacar, de paso, a los partidarios del lema opositor «Patria y Vida».
El oficialismo no ha cesado su búsqueda por el candidato ideal para su «guerra musical» contra el antagonismo desde que el viralizado y popular himno fuera lanzado en febrero por Gente de Zona, Yotuel Romero, Descemer Bueno, Maykel Castillo y El Funky.
Luego de varios intentos frustrados y ridiculizados, se le ha dado la tarea al famoso dúo Buena Fe de entregar un nuevo tema con motivo de la venidera aprobación de la vacuna Soberana 02 y del inicio de la campaña de inmunización nacional, para, con suerte, lograr algo de apoyo popular. Esta es la primera canción de la campaña del oficialismo contra «Patria y Vida» que ha contado con un total despliegue publicitario en su favor en todo tipo de medios y plataformas.
El portal oficialista Cubadebate aseguró ayer martes que 1.7 millones de habaneros y cientos de miles de cubanos estarán vacunados para finales de mayo. Para agosto, unos 6 millones de cubanos estarán inoculados y toda la población lo estará antes de que cierre el año. El medio no quiso concluir su intervención sin hacer una breve alusión (sutil ataque, más bien) al tema musical de la oposición al Gobierno.
El plazo para el fin de la campaña nacional de vacunación parece haberse extendido hasta el mes de diciembre, una fecha mucho más realista que las que las instituciones cubanas pertinentes y los medios oficialistas insistían en informar (dos tercios de la población cubana inmunizada para mediados de año).
El presidente del grupo empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma), el doctor en Ciencias Eduardo Martínez Díaz, anunció el 17 de marzo que en el mes de agosto se habrían fabricado todas las dosis requeridas para inmunizar completamente a la población de la isla, y que se continuarían elaborando vacunas para exportar.
El Gobierno cubano, mientras tanto, ha rechazado la ayuda del Fondo de Acceso Global para Vacunas (Covax) y puede que pronto constituya el último país de Latinoamérica en comenzar a inmunizar a su pueblo.
Por ahora, Cuba cuenta con 4 candidatos vacunales cubanos en desarrollo contra el coronavirus: Soberana 01 y Soberana 02 (Insituo Finlay), y Abdala y Mambisa (Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba-CIGB). Además, se ha anunciado la creación de Soberana Plus, intencionada para potenciar la respuesta inmunológica de pacientes recuperados, y Pan-Corona, una colaboración entre Cuba y China que pretende ser eficaz ante distintas cepas del virus.
Hasta el momento, el candidato que va a la delantera es Soberana 02, la cual conjuga la proteína RBD del virus con el toxoide tetánico, fortaleciendo la respuesta inmune.
La probación definitiva tarda en llegar, pese a que científicos cubanos aseguran los buenos resultado de las fases I y II de Soberana 02.
Los ensayos clínicos cada vez se amplían más, los que ya incluyen a más de 150.000 trabajadores de la salud en la capital cubana y otros 100.000 ciudadanos iraníes. México está negociando su ingreso en las pruebas, y Nicolás Maduro anunció esta semana que también habrán voluntarios venezolanos en las pruebas, con 30 mil vacunas de Soberana 2 e igual cantidad de dosis de Abdala.
Abdala será testeado para comprobar su efectividad con 48.000 voluntarios en Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo, provincias críticas, junto a La Habana, en el número de casos positivos que se detectan todos los días.
Con 1,7 millones de cubanos mayores de 19 años, según datos oficiales del MINSAP, esta fase de pruebas tiene varios rumores rondando a su alrededor por parte de medios independientes, los que sugieren que todo es, en realidad, una campaña de vacunación encubierta y sin garantías, lo que es considerado por las altas instancias como un «asunto de seguridad nacional».
Los ensayos clínicos cubanos triplican las cifras de voluntarios que compañías farmacéuticas internacionales han empleado para las pruebas de sus candidatos.
El mismo presidente Díaz-Canel mencionó, en forma de agradecimiento vía Twitter, que los trabajos en los laboratorios de biotecnología siembran «seguridad y esperanza en el alma nacional».
Los pronósticos, en cambio, están sobre la cuerda floja, pues la llamada «potencia médica» esconde una profunda crisis de medicamentos y artículos de primera necesidad.
En 2020, el PIB sufrió una caída de un 11% a raíz de la pandemia, por lo que se sobrentiende que, aunque esté priorizada a nivel de país, la investigación sobre las vacunas también sufrido una mínima reducción de los recursos que se le destinaban.
La epidemia, entretanto, está estable pero con números altos. El MINSAP registró hasta el momento 68.250 casos de coronavirus, de los que han superado la enfermedad 63.639, y 401 fallecidos.
