Orestes Lorenzo, célebre piloto cubano que protagonizó el icónico «vuelo de la libertad» hace 30 años cuando desertó de las Fuerzas Armadas de Cuba y secuestró un avión militar para volar hasta Estados Unidos, rememoró el momento en que tomó la que fue una de las decisiones más importantes de su vida.
El piloto publicó desde su muro de Facebook un texto en el que describía el duro acontecimiento que fue para él despedirse de su esposa y de sus hijos para ejecutar esta acción, la que hubiera significado la cárcel o algo peor de haber salido mal.
Pero no fue hasta el año después de huir de Cuba que protagonizó una de las hazañas más emblemáticas del exilio cubano en la nación estadounidense, cuando regresó a la isla desde Miami en un viaje de incógnito para rescatar a su familia, lo que constituía, según el propio Lorenzo, una «misión suicida».
El cubano aseguró que toda la incertidumbre que lo invadía y abrumaba cuando decidió tomar esta acción desapareció completamente cuando llegó a la Florida.
Escribió que se sentía, al final, como en casa, y que ese día «marcó su renacimiento». En el texto incluyó que los treinta años han pasado de forma muy rápida, a lo largo de los cuales ha pasado por muchas vicisitudes, a la vez de retos, golpes e «incontables momentos de alegría, de logros y de gratitud».
Expresó que no se sintió solo en ningún momento, pues siempre contó con la generosidad de muchos amigos, incluyéndolo en la «familia mayor que es el pueblo americano». Es americano, se siente como tal y está muy orgulloso por ello.
Asimismo, el piloto cubano opinó que la alternativa de abandonar la isla le valió volver a la vida y que, aunque dura, fue la mejor decisión de pudo haber tomado.
Orestes Lorenzo, en una ojeada retrospectiva, partió de la isla con rumbo a Estados Unidos en marzo de 1991, abordando un avión de tipo MiG-23 matrícula 722, en el que se encontraba debido a estaba realizando una misión de entrenamiento de rutina. El cubano decidió desviar la trayectoria hacia la Estación Aérea Naval de Key West, en la Florida.
Sin embargo, el trauma no hizo más que empezar para el intrépido piloto, ya que tuvo que sacar de Cuba a su familia, que consistía de su esposa y dos hijos, pues las autoridades de la isla la estaban acosando, lo que pudo lograr al año siguiente.
En su post conmemorativo de este sábado, el exmilitar compartió fotos de su familia, su arribo al país norteamericano y de reciente vuelo a bordo de una aeronave de la Segunda Guerra Mundial.
Entre las instantáneas se aprecia el fuselaje del MIG desarmado y abandonado en algún punto de la geografía de Cuba, a donde fue devuelto.
