Bancos en Cuba informan sobre la aplicación de «gravamen» a todos aquellos que deseen cambiar billetes «marcados, manchados o deteriorados»

Dimany Cabrera Hernández fue el ciudadano que utilizó sus redes sociales para denunciar que las autoridades bancarias cubanas están imponiendo un gravamen a los clientes que quieran depositar divisas extranjeras con papel moneda dañado en sus cuentas en MLC.

La publicación anexaba una imagen de un billete de 20 dólares que el Banco Popular de Ahorro de Cienfuegos tildó de “deteriorado” por mostrar unas muy leves marcas de tinta azul, por el que fue instruido a ingresarlo a través del Banco Internacional, el que cobra una tasa de 12 CUP por cada billete cambiado en mal estado. El testigo clasificó esta política como un abuso y una «estafa» hacia la población cubana.

Lo que más asombró al cubano fue la elevadísima comisión que cobra el Banco Internacional por esta operación, que siempre se ha realizado de forma gratuita en todos los bancos para asegurar una circulación de efectivo idónea.

El hombre alegó que se trata de un acto abusivo que viola los derechos e intereses de los cubanos, los que dependen ahora más que nunca de las divisas extranjeras para acceder a las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), casi la única fuente de abasto en el panorama económico cubano actual.

Estos establecimientos comerciales, con los que la dirección del país intenta recaudar de forma desesperada todo el capital extranjero que posee el pueblo para sustentar una economía meramente deficiente, constituyen un insulto (sobre todo) moral hacia los ciudadanos, los que están recibiendo, además, esta penitencia económica por parte de los bancos.

Este cubano entonces protestó que le cobraron 50 céntimos de dólar, al cambio estatal, por aceptar un billete con una marca de uso casi imperceptible, y alertó a aquellos que quieran hacer lo mismo que “traten de que sean vírgenes y acabados de sacar de la Casa de la Moneda para evitar que los familiares en Cuba sean estafados descaradamente».

Obviamente, el paradigma de que los sistemas bancarios deben garantizar seguridad jurídica y buenas prácticas en las transacciones financieras y comerciales no se lo toman al pie de la letra.

Los dólares deteriorados pueden incluir:

• dólares manchados (por ej. con tinta o pintura)
• dólares viejos o antiguos
• dólares gastados por el uso
• dólares mutilados o cortados
• dólares rotos
• dólares quemados
• dólares sucios
• dólares roídos por roedores
• dólares comidos por insectos
• dólares mordidos por animales
• dólares húmedos
• dólares mojados
• dólares escritos o pintados
• dólares dañados por otros factores como putrefacción por haber sido enterrados o por haber estado en contacto con algún compuesto químico

Las funciones de los bancos centrales deben contemplar la renovación periódica de los billetes, aras de evitar falsificaciones o pérdida del valor de la moneda en posesión en la circulación de efectivo, pero el trámite no debería implicar cobro alguno; en efecto, es gratuito.

Cumpliendo las normas prescriptivas, se pueden cambiar por billetes nuevos equivalentes aquellos manchados, ensuciados con inscripciones o rotos.

El sitio web del Banco Central de Cuba, en cambio, no ofrece información sobre la política de protección y atención al cliente en casos de billetes deteriorados o defectuosos, pese a que tiene como principio elemental de su ética empresarial y de servicios “la transparencia en la relación con los clientes».

El descontento de Cabrera Hernández ha generado gran empatía, debido a no solo a la falta de información en relación a las operaciones del banco o por el absurdo requisito de exigir billetes impolutos, sino también por el cobro de una tasa inconsecuente por un servicio obligatorio por parte del sistema bancario.