De acuerdo con una nota del portal oficialista Cubadebate, uno de los cinco candidatos vacunales cubanos contra el virus de la COVID-19, Abdala, fue autorizado este jueves a comenzar con su Fase III de ensayos clínicos por la Autoridad Reguladora de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de la República de Cuba (CECMED).
Las pruebas se realizarán en 48 mil voluntarios de las provincias de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, los que comprenderán edades entre los 19 y los 80 años de edad, siempre que hayan consentido sus participación previamente, por supuesto.
La entidad reguladora CECMED explicó que la decisión de aprobar el salto a la siguiente fase estuvo justificada por los resultados positivos de seguridad, los que fueron evidenciados en las primeras dos etapas de los ensayos clínicos.
Olga Lidia Jacobo Casanueva, directora de este organismo, aseguró que el candidato Abdala se ha comprobado no provocar efectos adversos graves y mostrar efectividad en cuanto a los estudios de inmunogenicidad realizados, por ser capaz de levantar anticuerpos contra el coronavirus.
La Dra. Marta Ayala Ávila, directora general del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), entidad a cargo del desarrollo de esta vacuna, expuso que todos los insumos y maquinarias necesarios se trasladarán a la región oriental del país durante el fin de semana para comenzar con la Fase III la semana que viene.
Abdala es el segundo candidato vacunal más avanzado en Cuba, solo superado por Soberana 02, el que comenzó su Fase III de ensayos clínicos a inicios de marzo y ha contado con la participación de 40.010 personas.
Díaz-Canel declaró, en una reunión con científicos realizada recientemente, que el país se va aproximando a la etapa en que se puede inocular a toda la población de forma segura y estas noticias han llegado cuando la isla enfrenta la peor oleada de contagios vista hasta el momento.
Cuba se mantiene último entre los países regionales que no ha comenzado la campaña de vacuna a los habitantes, luego de tres de meses de haberse iniciado la inoculación masiva en Latinoamérica, gracias a la que más de 13 millones de personas han sido inmunizadas contra la enfermedad.
La mayor de las Antillas fue también el único Gobierno del área en declinar la entrada al convenio COVAX, plataforma liderada por la Organización Mundial de Salud (OMS) que repartirán 26 millones de dosis en Latinoamérica entre marzo y mayo de este año.
Tampoco ha adquirido la vacuna del país «aliado» Rusia, Sputnik V, con la que podría iniciar el mecanismo de inmunización de los cubanos y aflojar un poco las restricciones que minan la vida de los residentes en la isla desde la llegada del COVID-19, y especialmente luego de la instauración de las medidas relacionadas con la Tarea Ordenamiento.
El presidente del grupo empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma), Dr.C. Eduardo Martínez Díaz, expuso que en el mes de agosto, «a más tardar», se habrán fabricado las dosis necesarias para vacunar a toda la población cubana, tras lo que se seguirán produciendo para distribuirlas en otros países amigos.
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