Pese a que la crítica escasez de alimentos que vive Cuba actualmente es adjudicada por las autoridades cubanas a las trabas del embargo estadounidense a la isla, la organización Cuba Trade and Economic Council reveló información que indica que las exportaciones de productos agrícolas norteamericanos hacia este país han crecido en un 41,7% en este año respecto a 2020.
El Estado cubano invirtió 19.018.549 dólares en la adquisición de alimentos desde Estados Unidos solo en el pasado mes de enero, unos 6 millones más que lo invertido en el mismo período del año anterior.
No obstante, las cifras son muy bajas en comparación con las de 2019, cuando Cuba compró 23.884.686 dólares en productos agrícolas en el primer mes del año.
De esta forma, la nación caribeña se ubica en el puesto número 58 de la lista de más de 200 países que importan productos de los agricultores norteamericanos.
Entre los 8.566.575 dólares destinados a cuartos de piernas de pollo congeladas, los 4.201.456 dólares de carne de pollo congelada y los 4.181.269 dólares de muslos de pollo congelados, está la mayor parte de los productos importados de este modo.
También fueron utilizados 1.950.117 dólares en la compra de soya, 106.632 dólares en pulpa de madera y 12.500 dólares en arroz.
La organización calculó que más de 6.315.245.000 dólares han sido invertidos por el Estado cubano en la obtención de productor agrícolas estadounidenses desde diciembre de 2001.
Pese a que en el mes de enero fue palpable el aumento en el comercio entre ambas naciones, las compras de alimentos a Estados Unidos decrecieron en un 36% desde 2020, debido a la crisis económica por la que atraviesa Cuba y el impacto que ha tenido la pandemia del COVID-19 en todo el mundo.
Las cifras que publicó el Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba (USTEC) evidenciaron que las importaciones del 2020 (163.354.728 dólares) han sido las menores desde el 2002, período en que el Estado de la isla destinó 138.6 millones de dólares a la compra de alimentos norteamericanos.
La considerable disminución los alimentos importados desde Estados Unidos son consecuentes con el panorama de desabastecimiento que sufre la nación caribeña, por lo que Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior, admitió que el abril pasado no pudieron adquirir la la libra de pollo per cápita no subsidiada más de 261.000 consumidores en toda la isla, producto que el Gobierno comenzó a distribuir mediante la libreta de abastecimiento.
El pasado año también cayeron en más del 40% las importaciones de productos chinos por parte del Gobierno cubano, debido a la aguda depresión económica, lo que representó una caída a 483 millones de dólares respecto a los 791 millones de dólares invertidos en 2019.
Los productos provenientes de España también sufrieron desde noviembre de 2020, bajando alrededor de un 37% a 595 millones de dólares, en tanto que las exportaciones hacia el país europeo disminuyeron un 11,8% a 106 millones.
El apoyo del aliado Venezuela disminuyó a causa de sus propios problemas en materia económica, por lo que Cuba comenzó a demorarse en efectuar los pagos a los proveedores extranjeros a partir de 2015, algo que es notable puesto que la capital depende de las importaciones para gran parte del consumo nacional.
