A pesar de las promesas de la campaña de inmunización total de la población cubana y de la gradual recuperación de la economía mundial, este año 2021 no parece que será mucho mejor que el año pasado, uno que fue particularmente difícil para el pueblo de la isla.
El primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, confirmó estas sospechas en una reunión con directivos y trabajadores del Ministerio de Economía y Planificación (MEP).
El funcionario expuso que casi todo el 2020 y este inicio de nuevo año han resultado ser muy trabajosos y que las causas de esto fueron (por supuesto) la llegada de la pandemia del coronavirus y la crisis económica mundial, pero no faltó resaltar el papel del “bloqueo económico comercial y financiero del gobierno de Estados Unidos” contra Cuba (el que constituye, oficialmente, la causa de todos los males de la isla), pues la administración de Donald Trump impuso “más de 240 medidas” contra el Gobierno cubano.
Marrero señaló (como ya es un hábito para funcionarios y politiqueros del Gobierno) una serie de objetivos ambiguamente redactados sobre la necesidad de «desarrollarnos, buscar soluciones a los problemas y dar pasos concretos para elevar la calidad de vida de la población», sin plantear ningún tipo de propuestas de estrategias para lograr esas metas o soluciones (parciales o totales) de esos problemas.
Sobre la creciente alza de acciones contra la administración de Miguel Díaz-Canel en la isla, el ministro incitó a utilizar y sacar mayor provecho de las tecnologías de la comunicación y la información para la defensa «de la Revolución».
Se podría entender, partiendo de sus palabras, que los escasos recursos con los que cuenta el país en este momento serán destinados al mecanismo propagandístico a beneplácito del Gobierno, especialmente en redes sociales.
El panorama económico nacional e internacional, según resaltó, se encuentra marcado por el turismo internacional truncado por la pandemia, así como las exportaciones de otros servicios.
Por su parte, Alejandro Gil, titular del Ministerio de Economía y Planificación, insistió en continuar implementando las políticas dictadas por el ordenamiento monetario, las cuales han sido abrumadoramente rechazadas por la población, aspecto evidenciado en la encuesta que realizó el portal Cubadebate y la cual fue borrada poco después.
Marrero exhibió algunas de las prioridades que tiene en estos momentos la economía del país, las cuales han sido repetidas una y otra vez por más de una década: «el perfeccionamiento del sistema de control y conducción de la economía; la contribución a la diversificación de las exportaciones; los ingresos y el equilibrio financiero del país, y el alcance una gestión eficiente del proceso inversionista”.
Concluyó su intervención alegando que no renuncian al cumplimiento de ningún objetivo, y que para que se cumplen es crucial la participación ciudadana.
