Muchas enfermedades controlables se están convirtiendo en pandemias nacionales en Cuba por la crítica escasez de medicamentos, al igual que una gran cantidad de cubanos no pueden continuar tratando sus padecimientos crónicos. En el municipio Mayarí, en Holguín, la sarna o escabiosis está casi generalizada.
Luis Torres, un jubilado de la industria del níquel, comentó que todos los miembros de su familia la padecen desde hace dos meses. Contó que ninguno puede dormir, no encuentran ninguna medicina que lo alivie, y la medicina homeopática no está funcionando.
Es una realidad que el Gobierno cubano desplegaba campañas en los medios de difusión masiva hace unos años para evitar que la población se automedicara, pero los médicos preguntan ahora sobre las medicinas con los que uno cuenta en su domicilio o que se pueden resolver, porque recetar medicamentos es en vano cuando no se venden en las farmacias.
Otra vecina, Yenny, permanece en la misma situación, pero uno de sus niños es lactante. Sus dos hijos tienen la piel llena de llagas y la picazón les molesta muchísimo. El bebé no para de llorar, y ella y su marido sufren a diario por no saber con qué remedio aliviarle los síntomas por temor a causarle efectos adversos.
Declaró que la permetrina y el lindano nunca habían escaseado, y ahora todos sufren de molestias pequeñas como dolor de cabeza, presión alta o cualquier otra, fácilmente tratables con medicamentos comunes de venta en la red de farmacias nacional.
No cuentan siquiera con un antihistamínico para aplacar la alergia que provoca la sarna. Además, las llagas se suelen infectar y lo único que se puede resolver por diferentes vías es violeta genciana para tratarlo, por lo que la mayoría de los familiares tienen el cuerpo cubiertos por manchas azules.
Los hijos de Idalia Ramírez y muchos de sus compañeros no han asistido a la escuela desde enero. Es un padecimiento altamente contagioso y dentro poco serán más personas con escabiosis que sin ella. El varón, que cursa secundaria básica, es muy probable que pierda el curso a este paso.
El parásito Sarcoptes scabiei es el causante de la sarna, un ácaro microscópico que usualmente provoca prurito al segregar una toxina alérgeno a la vez que se inserta en la piel y se multiplica. Algunos solo sufren la picazón insoportable; sin embargo, otros también se afectan por la escabiosis acompañada por lesiones inducidas por microbios, como piodermitis y linfangitis.
En el caso de que se cuente con las medicinas para el tratamiento necesario, entre los que se encuentran la permetrina, el lindano o el benzoato de bencilo, puede curarse con facilidad. Si no, puede prolongarse el padecimiento durante mucho más tiempo. Las infecciones relacionadas con la piel llevan antibióticos para su tratamiento, porque estafilococos y estreptococos pueden llevar otras complicaciones.
La escasez de medicamentos no está facilitando la cura de la enfermedad precisamente, y el Gobierno casi no trata el asunto para mejorar el abastecimiento.
Marino Murillo mencionó, el pasado miércoles en la Mesa Redonda, una rebaja de los precios de las medicinas que habían multiplicado su coste casi hasta 20 veces, pero no se abarcó la situación del desabastecimiento en las farmacias. Entretanto, la población padecen estas plagas manejables con el riesgo de un contagio masivo de sarna, como volviendo al medioevo.


