Una migrante cubana dio a luz a un bebé en un hospital de Texas el pasado 30 de enero y en menos de 48 horas llegaron agentes fronterizos de Estados Unidos y los detuvieron a ambos.
La detención de la mujer por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. ha causado conmoción en las redes sociales, ya que se encuentra en una celda sin condiciones para una madre y un recién nacido.
Según las reglas federales, se supone que CBP debe liberar la mayoría de los inmigrantes detenidos después de 72 horas, fecha límite que pasó el martes.
LA CBP dijo el miércoles que la madre y al niño serían liberados pronto, y que su procesamiento en Del Rio, Texas se había retrasado debido al aumento de los cruces fronterizos en los últimos días.
“No sabemos por qué lleva allí tanto tiempo, no sabemos en qué condición está, no sabemos en qué condición se encuentra el bebé», dijo Amy Cohen, directora ejecutiva del grupo Every Last One, quien además calificó el caso de «extremadamente alarmante».
De acuerdo a las declaraciones de la CBP, los agentes revisaron a la familia el miércoles temprano y ambos estaban sanos. Cohen y otros defensores aún no habían podido hablar con la madre después de su detención.
En el caso del bebé, como es nacido en Estados Unidos, no debería estar sujeto a una detención migratoria por su condición de ciudadano, ya que las leyes de Estados Unidos otorgan la ciudadanía por nacimiento.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza tratan a las mujeres embarazadas con humanidad y culpan a los contrabandistas por utilizar a las mujeres como señuelos. A su vez, consideran que las leyes estadounidenses que otorgan la ciudadanía por nacimiento «podrían llevar a algunas a cruzar ilegalmente mientras están dando a luz».


