InicioEconomía y negociosA un mes de iniciada la llamada 'Tarea Ordenamiento', la cosa en...

A un mes de iniciada la llamada ‘Tarea Ordenamiento’, la cosa en Cuba esta más cara y difícil que antes

La calidad del pan está cada día peor, cuyas unidades normadas por la libreta de abastecimiento exhiben una silueta amorfa, la corteza en un pálido blanco y un olor distintivo a viejo, según testimonios de los clientes de una panadería en el reparto Piedra Blanca de la ciudad cabecera de Holguín.

Lamentablemente, este no constituye un problema novedoso, sino un lastre que la isla lleva arrastrando por 60 años.

Aún no se pueden observar los resultados de lo que la Empresa Productora y Distribuidora de Alimentos de Holguín anunció como una optimización de las estrategias de control y producción del pan.

A pesar de que los elaboradores han culpado por esto en reiteradas ocasiones a la materia prima con que deben trabajar, se conoce perfectamente que el desvío de recursos es uno de los aspectos más influyentes en la calidad del producto. Ramón Martínez, un jubilado de 74 años de edad, se declaró harto de plantear la misma queja en las rendiciones de cuentas.

Era de suponer que la primera etapa de implementación de la Tarea Ordenamiento traería un aumento en la calidad de los productos y servicios, junto con la subida de los precios de estos, pero no, no fue así (y, en realidad, era iluso pensar que lo más lógico era lo más probable).

La subida de precios es alarmante desde el pasado 1ro de enero

La calidad de todo no podría estar más decaída a un mes de comenzado el reordenamiento monetario, pero el profundo desabastecimiento general ha obligado al cubano a adquirir lo que pueda, no lo que quiera.

El precio del servicio de agua subió en un 700% desde el 1ro de enero de 2021, y el propio vicepresidente de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) de Agua y Saneamiento, Yunior González, señaló que las nuevas tarifas no implican un perfeccionamiento del servicio.

Adelaida Rosales, vecina del reparto Vista Alegre, se mostró indignada con que el servicio de abasto de agua, además de caro, sea inestable y que esta llegue turbia.

Una vecina del reparto Luz, Dora Peña, hizo eco de lo que todos los habitantes comentan sobre los alimentos regulados por la canasta familiar normada. Tanto el arroz como el azúcar casi no se pueden comer.

La escasez y el incremento de precio de casi todos los productos van de la mano

Arturo Pérez, cliente de una bodega del reparto Harlem, insistió en que ese engendro al que los encargados llaman ‘yogurt’ sabe muy mal, está aguado y todos los niños del barrio lo rechazan. El colmo es que ahora, que es más caro, lo despachan a granel (antes los vendían en bolsas selladas), cuando se conoce que los envases en que lo trasladan y almacenan no constituyen un paradigma de higiene.

Julia Rodríguez compró 2 frutabombas (a 4 CUP la libra) en el agromercados de la calle Mártires. No las pudo consumir porque pasaron directamente de verdes a podridas. Compró también 10 libras (a 3 CUP cada una) de yuca en el mercado Mambí, la que tuvo que echar a la basura porque nunca se ablandaron.

Rodríguez comenta que las cuñas de panetelas que los merenderos estatales venden, subieron de 1 a 4 CUP, aunque no tienen la calidad requerida, pero que la gente se ve en la posición de tener que comprar este tipo de productos porque la escasez y la inexistencia de alternativas hacen que algunos pasen hambre.

Un recorrido por estos establecimientos estatales permitió comprobar que la taza de café de 45 mililitros está ya en 2 CUP, cuando el mismo volumen de café expreso se ofrece ahora en 3 CUP. El primero subió al doble, y el segundo a más del doble.

Los amigos holguineros Pablo y Alexis decidieron entrar a La Cubita, en el boulevard, ante el sorprendente avistamiento de más de la mitad de las mesas vacías. La otrora cafetería emblemática de la gastronomía estatal de la provincia, cuya especialidad consiste en la confección y venta de café, sirve ahora un producto de calidad objetable y a precios de boutique, por lo que, dijeron, se sienten estafados al pagar algo caro y malo.

Las colas están a la orden de día en todo el país

Y no se queda ahí; muchos suscriptores de periódicos no han renovado su contrato con la excusa de la subida de precios, fundamentando que ya no se lo pueden permitir. No solo los lectores se perjudican, también los vendedores: ancianos que encuentran su sustento revendiendo el periódico en la calle afirman que son muy pocas las personas que adquieren el diario a 2 CUP, el precio al que han tenido que llegar para encontrar la ganancia.

Felipe Pascual y su esposa, de paso por la ciudad de Holguín, cuestionaron también la calidad de la oferta de los negocios privados. Almorzando en una cafetería del parqueo del estadio “Calixto García”, consideran que los dueños de aquellos establecimientos, y de otros por los que habían transitado previamente antes de conformarse con aquella ración de comida criolla a 80 CUP, deberían mejorar la calidad de lo que venden porque quebrarán de aquí a unos meses por falta de clientela, comprendiendo, para empezar, que la materia prima está cara.

El cucurucho de maní a 3 CUP; la pizza, a 15; todo lo que se puede encontrar por la calle para llevarse a la boca tiene una relación calidad-precio cuestionable, por decir algo. La estudiante de politécnico Leonor Rodríguez opina que ya las personas tienen que andar con agua y alimentos en la mochila, porque la comida que se encuentra está igual de mala, o peor, y mucho más cara.


Mantente actualizado en tiempo real a través de nuestros canales de Telegram:

Noticias minuto a minuto

CubaCute en Telegram

Chatea con otros cubanos y discute de todo cuanto se te ocurre sobre Cuba

Grupo CubaCute en Telegram


Relacionados
- Advertisment -

Últimas entradas