El Gobierno cubano ha suspendido numerosas frecuencias de vuelos entre la isla y Guyana, nación a donde los cubanos viajan para presentarse a sus entrevistas de reunificación familiar en la Embajada de Estados Unidos de allí. Esta medida provocó que más de cien nacionales cubanos perdieran los trámites consulares que habían logrado completar durante años.
Yfraín Villasón, de la agencia de viajes Café Travel, detalló que las autoridades de la Aeronáutica Civil cubana anularon muchísimo vuelos planificados con destino en Guyana por motivos de frenar la tercera ola de contagios del coronavirus en Cuba. Todas las gestiones referentes al vuelo y a los pasajes estaban realizadas y aprobadas por las autoridades cubanas cuando todo se suspendió.
La dirección gubernamental de la isla remitió una breve carta a esa agencia anunciando la cancelación de los vuelos. No se ofreció una solución alternativa o una compensación por las pérdidas causadas; solo se emitió una justificación: la actual crisis sanitaria por el virus de la COVID-19 en el país.
No obstante, los mayores afectados (los viajeros) no tuvieron otra opción que resignarse. De esos más de 150 pasajeros, ninguno tenía planificado regresar a Cuba luego de la entrevista en Guyana, sino partir de allí directamente a Estados Unidos.
Uno de los perjudicados comentó a dicho medio que ya han pasado tres años en el trámite de reclamar a su hija y no ha resuelto aún el problema, incluso desde su posición de ciudadano americano con todas las de la ley, y que se siente impotente al no poder hacer nada al respecto.
Otro familiar afectado señaló que la maquinaria política que existe detrás de toda la situación, puesto que considera intencional la negación a la salida de las personas “para presionar al presidente Biden para que reabra la embajada».
Por el momento, la solución viable para los cubanos damnificados constituye un vuelo en febrero, destino Guyana y con escala en Cancún, que no ha sido cancelado hasta ahora.
El Gobierno de Donald Trump canceló, en septiembre de 2017, el proceso de emisión de visas en su sede diplomática en La Habana, luego de un drástico decrecimiento en la plantilla, supuestamente a raíz de los ataques sónicos que dañaban a los diplomáticos canadienses y estadounidenses, dejando a los cubanos solicitantes a merced de un desplazamiento extra hacia terceros países, de los cuales muchos requieren visa.


