AméricaTeVé publicó un breve vídeo del centro de detención migratoria Pine Prairie, en Louisiana, Estados Unidos, el que retiene desde hace 2 años a 2 cubanos que aseguran sentirse «secuestrados» por esas autoridades.
Uno de ellos declaró que ese sitio es una prisión, pese a que ninguno le fueron presentados cargos criminales, y aseguró que cada vez que ellos pedían comunicarse con algún oficial de ICE (pues nunca han visto ninguno allá dentro), los guardias los amenazaron con su deportación.
A pesar de que el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó la suspensión de las deportaciones por 100 días desde el día que comenzó su mandato (20 de enero), los cubanos han asegurado que las autoridades migratorias del país extraen diariamente a uno o dos retenidos para deportarlos.
El detenido afirmó con convicción que esas autoridades están pagando grandes montos al Gobierno cubano por su deportación.
Responsables del importante canal de televisión cubano-americano que emitió el audiovisual alegaron que les llegó a través del hermano de uno de los cubanos «secuestrados» en Pine Prairie.
Los apoderados migratorios informaron el 29 de diciembre de 2020 sobre el último vuelo que oficialmente transportaba de regreso a la isla a inmigrantes detenidos en esos centros.
La administración de Biden canceló, desde el 22 de enero de 2020, las deportaciones hacia Cuba y otros países por un período de cien días.
La intención detrás de la medida, según una nota de prensa del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), consiste en «garantizar un sistema de aplicación de la ley de inmigración justo y eficaz, centrado en la protección de la seguridad nacional, la seguridad de las fronteras y la seguridad pública».
La regulación conlleva beneficios directos para los 41 mil cubanos que tienen una orden de deportación sobre sus cabezas y a unos 1.200 que se encuentran retenidos en centros de inmigración aguardando el momento en que sean devueltos, datos sacados de los registros actualizados del DHS.
Un cubano, que llegó ilegalmente a tierras norteamericanas, se suicidó en el centro de detención para migrantes de Louisiana.
Los cubanos presos dijeron a la familia de la víctima, a través de una serie de llamadas telefónicas, que no aguantó la desesperación.
