Cada día es más difícil adquirir comida en la capital de todos los cubanos, y aún más cuando el Gobierno clausuró 64 puntos de venta de alimentos. Julio Martínez, coordinador del programa de Alimentación, admitió que 53 de ellos se cerraron por falta de producción o de abastecimiento.
La propuesta realizada por el Estado consta de usar el suministro de los territorios contiguos para los próximos días. Esto asegurará que los productos de la canasta familiar básica del mes de febrero se entreguen sin problemas.
No obstante, para el tema de la insuficiente producción de pan en la capital, las autoridades no comunicaron una solución, ya sea momentánea o permanente.
La Empresa Cubana del Pan elabora actualmente una cantidad limitada de este producto, lo que restringe la compra de dicho a 800 gramos por persona, que en la ciudad se traduce a 2 “flautas” de 10 CUP cada una o 4 de 5 CUP (más pequeñas). La realidad es que a los puntos de venta no llega la cantidad prevista.
Las principales causas de la escasez de este alimento en La Habana radican en la ineptitud productiva de las entidades elaboradoras para satisfacer la demanda de 56 mil consumidores con 35 toneladas de harina de trigo, la corrupción y el desvío y malversación de recursos.
Las quejas de la población en el apartado del periódico capitalino Tribuna de La Habana se hicieron escuchar. Una internauta reconocida como Sachiel hizo un comentario el día 24 de enero diciendo que es muy difícil lidiar con la suspensión de la compra de pan de forma liberada por tiempo indefinido.
Los establecimientos comerciales de la ciudad de encuentran casi totalmente vacíos de cualquier tipo de producto, y es que hasta comprar cigarros constituye un dolor de cabeza. Un usuario cuestionó el hecho de que él no alcanzara nunca a comprar pan y los cuentapropistas siempre tuvieran oferta, e igual pasa con los cigarros, los jugos, los refrescos y el ron.
