El Gobierno de Estados Unidos implantó la presentación de un examen PCR negativo como requisito para ingresar a su territorio. La administración cubana, entonces, habilitó una red de clínicas dedicadas al turismo para satisfacer la demanda de pruebas de coronavirus de los cubanos que desean viajar a Estados Unidos.
Las autoridades capitalinas han autorizado a una sola clínica a la realización de estos tests, por lo que las esperas suelen ser muy largas. El costo del examen es de 30 dólares y el resultado puede ser emitido hasta 3 días después, justamente en el límite de tiempo válido de las pruebas para que el Departamento de Estado norteamericano acepte el ingreso.
Los empleados de la clínica han detallado que allí siempre hay colas. Aclararon que los interesados tienen que presentar en el centro una fotocopia de su residencia permanente o su pasaporte y traer también el documento original. Recomendaron el arribo temprano a la cola, pues la espera se puede extender hasta todo el día.
Se aclaró que el costo del examen se puede abonar con tarjetas VISA, Mastercard o MLC (Moneda Libremente Convertible).

La Clínica Internacional Siboney de La Habana es, hasta el momento, la única entidad habilitada en la ciudad para esta operación, destinada a cubanos emigrados y a turistas. Una fuente de la clínica explicó que el hospital Camilo Cienfuegos ya no está realizando pruebas PCR porque está lleno de casos confirmados con coronavirus.
Reinaldo García Zapata, vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial de la capital, comentó que cuatros policlínicos municipales se incorporarán a estas labores, pero no dio mucho más detalles.
La fuente de la clínica Siboney aclaró que, en caso de que el viajero no disponga del saldo suficiente para pagar la realización de la prueba, existe la posibilidad de que alguien lo haga por él desde le exterior.
Explicó que el viajero puede llegar con la dirección de correo electrónico de la persona que lo pagará y la institución le envía, entonces, una solicitud de cobro. Aseguró que ningún cliente se va sin ser atendido, y que la institución abre todos los días, de 8:00 a.m. a 11:30 a.m.
La habanera Clínica Internacional Siboney compartió, en su cuenta de Facebook, información que esclarecía que estaban haciendo pruebas de PCR con el objetivo de detectar casos positivos de COVID-19 a “funcionarios del cuerpo diplomático acreditado en Cuba, turistas de paso por la ciudad y trabajadores de empresas con capital foráneo”.
Esta institución, especializada en servicios de calidad de vida y medicina estética, se incluye en una red de centros de salud de élite destinados al turismo. En 2020, la entidad recibió alrededor de 7,000 pacientes, por lo que los registros oficiales muestran ganancias de hasta 764,000 USD.
Los «repatriados», es decir, cubanos con residencia permanente en Estados Unidos pero con pleno derecho de la ciudadanía cubana a ojos de la ley, se verán obligados a someterse a los PCR mediante las facilidades, por llamarlas de algún modo, que ofrece el sistema de salud pública.
Una enfermera cienfueguera aclaró que aquellos cubanos repatriados deben dirigirse al policlínico de la comunidad portando pasaporte, documento de identidad y boleto de avión, para que la epidemióloga del área tramite la prueba PCR.
Como recordatorio a ciudadanos, residentes y turistas, el Departamento de Estado reiteró el requisito de una prueba PCR negativa realizada, por lo menos, 72 horas antes del vuelo.
Sumando esfuerzos, la Embajada de Estados Unidos en Cuba también apoyó en la diseminación de información relevante, publicando una lista de centros de salud en varias regiones del país a donde pueden acudir los extranjeros para hacerse el test pagando 30 USD. Estos son denominados “clínicas internacionales” en las capitales provinciales, puesto que su clientela proviene principalmente del turismo.


