El Gobierno Provincial de La Habana se encuentra analizando la opción de entregar tickets a los integrantes de las inmensas colas en espera por comprar pan, las que por estos días se hacen cada vez más frecuentan en las arterias de la capital, gracias a la escasez del producto y de la materia prima con que se elabora.
Las amorfas aglomeraciones que inundan las calles ya compiten por ver cuál es la más extensa, si la de comprar pollo, pan, aceite o detergente, eso cuando no son en tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC).
El gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, declaró en una comparecencia del Consejo de Defensa Provincial (CDP) que es imprescindible lograr una mejor organización de la colas y evitar que las personas tengan que esperar durante muchas horas consecutivas a las afueras de los locales de venta, a la intemperie, esperando por un producto que, tal vez, no alcancen a comprar.
Teniendo esto en cuenta, las autoridades provinciales evaluaron la posibilidad de entregrar estos tickets para organizar y guardar las colas, avalados por la cantidad de pan que se elaborará y despachará en el día, de modo que los organizados puedan ir hacia sus domicilio y volver más tarde al establecimiento.
La directora de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria, Abdelin González Mesa, aseguró que el listado con la cantidad y tipo de producto que se prevé producir cada día será publicado próximamente en cada una de las 250 panaderías que venden en la modalidad liberada en la ciudad, al igual que el de el límite de panes que tiene permitido adquirir cada cliente.
Una nueva oferta fue también publicada, la que consiste en módulos de 5 panes por 4 CUP, lo que implica que cada unidad se vende a 80 centavos en vez de a 1 CUP, y fue aclarado que, entonces, estos panes tendrán menor tamaño que los de a peso.
Estas unidades tendrán 50 gramos, en vez de los 80 que, por norma, deben tener los comprados con la libreta de abastecimiento.
Esta última propuesta se debe al excedente de harina resultante de la suspensión del curso escolar debido a la tercera ola de contagios del virus de COVID-19. Las 35 toneladas, más o menos, destinadas a la merienda de los estudiantes, se reutilizarán ahora para aliviar la preocupante crisis de pan que se está viviendo en la capital cubana.
El jefe del subgrupo de Alimentación del Gobierno capitalino, Julio Martínez, declaró que las posibilidades reales de la oferta de pan están siendo superadas con creces por la demanda actual y que se prevé aminorar gradualmente el descontento.
La Industria Alimentaria (EPIA) y la Empresa Cubana del Pan son las dos entidades estatales especializadas en la producción y comercialización del pan.
Según un texto sobre esta crisis del economista cubano Elías Amor, aparentemente, estas empresas no adoptaron las mejores estrategias o no dieron los resultados previstos, por lo que los han inundado con inspecciones de todo tipo y les han obstaculizado gran parte de la actividad productiva. Desgraciadamente, al contrario de erradicar los problemas de producción, los han agravado, pues ahora los inspectores controlan muchos aspectos del engranaje.


